Multitudinario y emotivo funeral en Gijón por la niña asesinada

Miles de personas despidieron ayer a Celina Rodríguez Fernández, la niña de 11 años de edad encontrada muerta el domingo en la provincia de León tras 16 días de secuestro. Una segunda autopsia practicada anoche en Gijón ha dado resultados diferentes a la primera, realizada en León, según fuentes vinculadas al juzgado que tramita el sumario, declarado secreto. Según esta segunda autopsia, la niña pudo ser asesinada pocos días después de haber sido secuestrada.

El funeral por Celina Rodríguez se convirtió en un acto multitudinario y muy emotivo, con asistencia de unas 5.000 personas. El padre de la niña, Ricardo Rodríguez Soto, que prefirió no hacer uso del permiso judicial del que disponía para salir de la cárcel no asistió a los actos fúnebres celebrados en la iglesia de la Inmaculada, de Gijón. Sí estuvo la madre, María Luz Fernández que se mostró muy serena en todo momento, así como otros familiares. Cuando el féretro fue introducido en la iglesia se oye ron algunos gritos aislados en el exterior pidiendo justicia y "muerte al asesino".Los compañeros de colegio de Celina que se situaron en el altar pusieron una nota de especial emotividad, sobre todo cuando el oficiante les rogó que expresaran un deseo por la niña. Algunos se acercaron al micrófono y dijeron, entre sollozos: "Que esto no ocurra más" o "Celina estará en el cielo".

Los restos mortales de la niña fueron trasladados a Santianes de Pravia, donde recibieron sepultura.

Ricardo Rodríguez Soto prefirió no salir del centro penitenciario de El Coto, en Gijón, donde cumple condena de 28 año por su participación en el homicidio del presunto contrabandista de tabaco Bautista Guémez Cortázar. Rodríguez Soto se negó porque el juez, que le había con cedido un permiso de 48 horas, había exigido que asistiese a los actos esposado y con escolta. Según fuentes de la cárcel, el padre de Celina se encuentra en un estado de profunda desolación des de que conoció el desenlace del secuestro de su hija.

En la noche del lunes al martes se practicó en Gijón una nueva autopsia en el cuerpo de la pequeña. Aunque oficialmente el juez que lleva el sumario, Luis Roda, no ha querido facilitar datos sobre la misma, se ha podido saber que los resultados difieren con la que se le había hecho en León. Al parecer, Celina pudo haber muerto, tras una doble violación y posterior estrangulamiento, a los pocos días de ser secuestrada, el pasado 12 de diciembre. Después pudo permanecer en el lugar en el que fue hallada, que se encuentra a suficiente altitud y con temperaturas muy bajas, que impidieron que sus restos se corrompiesen.

Cuatro días después de que la niña desapareciera, fue detenido Valentín Gómez Valledor, alias El Argentino, amigo de la familia, que fue visto acompañando a la pequeña a la salida del colegio. Según anunció ayer la Cadena SER, en un informe solicitado a la Interpol, Gómez Valledor está catalogado como sujeto con tendencias sexuales peligrosas. La ficha de la Interpol corresponde a su estancia, durante varios años, en Argentina. Gómez Valledor permanece internado en la cárcel de Oviedo para evitar posibles represalias contra él en la prisión de Gijón, en la que se encuentra el padre de Celina.

Uno de los dos médicos forenses que practicaron en la mañana del lunes en León la primera autopsia a la niña, José Suárez-Lledó, declinó revelar ayer cualquier detalle sobre las causas de la muerte, y tan sólo señaló que el resultado preliminar de la autopsia fue entregado ayer al juez, Alfonso Lozano, informa Marifé Moreno.