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Jordi Pujol pide oficialmente al Gobierno la apertura de una oficina de la CE en Barcelona

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, planteó ayer formalmente al ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, la solicitud de que la Comunidad Europea (CE) abra una oficina en Barcelona, siguiendo el ejemplo de lo que sucede en otras capitales europeas. Pujol pidió el apoyo de Fernández Ordóñez a esta iniciativa, a lo que el ministro no se comprometió, aunque mostró su disposición a transmitirlo al Gobierno, según fuentes oficiales. Con esta entrevista y otra que celebró más tarde con Joaquín Almunia, ministro de Administraciones Públicas, Pujol reanuda sus contactos con el Gobierno tras el auto de no, procesamiento por el caso Banca Catalana dictado por la Audiencia de Barcelona.

El presidente de la Generalitat ya trasladó el pasado mes de noviembre una petición reclamando para Barcelona una oficina de información de la Comunidad Europea al presidente de la Comisión Jacques Delors, en el transcurso de una entrevista celebrada en Bruselas. Fuentes del Gobierno señalaron ayer que el Ejecutivo tiene serias dudas sobre la instalación de una oficina comunitaria en Barcelona a la vista del agravio que podría suponer para las otras 17 comunidades, algunas de las cuales ya han insinuado su deseo de sumarse a la petición.No obstante, Ordoñez señaló a Pujol, en el transcurso del almuerzo que celebraron en el palacio de Viana, residencia oficial del ministro, que el Gobierno estudiaría atentamente su propuesta.

A Fernández Ordoñez y a Joaquín Almunia les expuso Pujol su preocupación ante la posibilidad de que el Gobierno esté aprovechando la entrada de España en la Comunidad Europea para recortar competencias de las comunidades autónomas.

Pujol advirtió recientemente que el coste competencial de la entrada española debía corresponder, por un igual, a competencias de la Administración central y de las autonomías, y que sería injusto que sólo fueran castigadas las autonomías. Por ello ha pedido la celebración en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento catalán de sendos debates sobre las consecuencias de lo que califica como apresurada entrada de España en el Mercado Común. También ha señalado que este debate parlamentario es ya urgente.

Sigilo

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El sigilo con que se llevó la visita de Pujol a Madrid y sus continuas desapariciones de lugares públicos hicieron pensar durante toda la jornada en que éste se podía entrevistar, en cualquier momento, con Felipe González aunque sólo fuera para desearse buen año. Pujol aseguró, no obstante, que esta entrevista no se iba a producir ayer y que desconocía si se celebraría a lo largo del mes de enero o en la primera quincena de febrero. El presidente de la Generalitat anunció que iba a pedir dicha entrevista a González "porque es un buen momento para una conversación fructífera".

Durante toda la jornada Pujol, que permanecía ayer por la noche en Madrid, se negó a hacer declaraciones e incluso impidió la entrada de fotógrafos en los ministerios de Exteriores y de Administraciones Públicas. Las únicas declaraciones que quiso realizar, dándole un toque de humor, fueron las relativas a su entrevista con Fernández Ordoñez. "Pienso hablar del desarme atómico", señaló previamente.

Los miembros del Consejo Ejecutivo de la Generalitat desconocían ayer oficialmente los motivos de la entrevista con Fernández Ordoñez, que no había sido preparada en ninguna reunión del Gobierno catalán, según aseguró uno de los consejeros, aunque añadió que esto es ya práctica habitual".

Jordi Pujol, en su entrevista con Almunia, expresó sus quejas por las diferentes lecturas que de la autonomía efectúa el Gobierno socialista, aunque reconoció que recientemente había habido avances sustanciales, como el acuerdo sobre financiación autonómica.

El titular de la Generalitat intenta, con sus encuentros con representantes del Gobierno, conocer con precisión la disposición del Gobierno respecto al desarrollo autonómico. Estos contactos son decisivos para Jordi Pujol, ya que en función de las perspectivas que se le ofrezcan formulará una determinada orientación en el debate sobre el desarrollo del estatuto que ha pedido que se celebre en febrero en el Parlamento catalán.

La entrevista entre Almunia y Pujol revistió unas características especiales, ya que era la primera vez que un presidente de una comunidad histórica visitaba el Ministerio de Administraciones Públicas.

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