Los secretarios de la OEA y de las Naciones Unidas se suman a los esfuerzos de Contadora
El envío de una misión de alto nivel a Centroamérica para pacificar la región es la principal decisión surgida de la reunión celebrada en Río de Janeiro el miércoles y jueves pasados por los responsables de la diplomacia de los países de los grupos de Contadora (México, Venezuela, Colombia y Panamá) y de Apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay). Integran la misión los cancilleres de estos grupos y los secretarios generales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los ocho cancilleres, reunidos en la ciudad brasileña, elaboraron, tras duras discusiones, un documento de tonos dramáticos que tiene como objetivo advertir a la comunidad internacional sobre el creciente peligro de un conflicto bélico de gran magnitud en la zona, y plantear la necesidad de que la región encuentre una solución pacífica.La misión pacificadora que viajará a los países centroamericanos, en fecha aún por concretar, estará integrada por los cancilleres de los ocho países citados, y por los secretarios generales de la OEA, Joáo Clemente Baena, y de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar.
En el documento elaborado en Río se llega también a la conclusión de que esta mediación pacificadora debe ir acompañada de una gestión en el plano internacional para conseguir ayudas susceptibles de aliviar las dificultades financieras que apremian a Centroamérica.
Los cancilleres de los grupos de Contadora y de Apoyo consideraron también importante la próxima reunión que mantendrán en Guatemala los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea.
En la reunión celebrada en Río de Janeiro se condenó la acción de los países extranjeros en el conflicto latinoamericano y se manifestó una especial preocupación por la evolución de los acontecimientos, que, si continúa, puede provocar una guerra generalizada en la región. Entre esos hechos se citan los enfrentamientos fronterizos entre Honduras y Nicaragua, los bombardeos de poblaciones civiles y el incremento de las acciones de "grupos irregulares" como la contra nicaragüense.
Los países participantes en la reunión expresaron también su condena de las "acciones intervencionistas de países del fuera del área" -en clara alusión a Estados Unidos-, y señalaron que la suspensión del diálogo en la zona durante los últimos meses ha alejado las posibilidades de paz.
