El liderazgo de Fraga
Nada más lejos de mi intención que enmendar la plana al señor Cela, escritor al que debo grandes dosis de placer con la lectura de sus obras, pero al leer en EL PAÍS del pasado 3 de diciembre su comentario a la marcha de Fraga, me ha dejado un no-sé-qué de insatisfacción.Si hay algo obvio es que la derecha española ha venido depositando en Fraga todas sus esperanzas de acceso al poder, sin preocuparse de que, a pesar de su gran capacidad, que yo no discuto, una gran parte de los españoles no olvidaban la gran carga histórica que este hombre llevaba a sus espaldas. Y en esto es donde radica el error. Si algo necesita la democracia española es Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior un buen asentamiento para consolidarse. Y esto, en buena parte, se conseguirá cuando nos olvidemos de que tienen que existir los líderes carismáticos incombustibles. El error, don Camilo, ya lo ha pagado el PCE. Ahora se demuestra con la caída de Fraga en AP.
El futuro está ahí. El pensamiento conservador tiene ante sí el gran reto de buscar esa nueva imagen que posibilite la emergencia de una derecha necesaria en el mapa político. El PSOE supo hacerlo muy bien en su día, cuando aupó a la cúpula del partido al desconocido Isidoro. Diez años después era presidente del Gobierno.
Hay que renovar, don Camilo, hay que renovar. Al PSOE se lo han puesto tan fácil que la soledad invita a la tentación. Y peca, peca...- Luis Fernando Delgado.
