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La patronal opone a la euforia oficial una visión económica catastrofista

José María Cuevas, presidente de la CEOE, afirmó ayer que si no cambia la política del Gobierno socialista, "el precio se medirá en cierre de empresas, en pérdida de puestos de trabajo o en la venta inadecuada de nuestro aparato productivo al exterior". Frente a esta interpretación catastrorista de la economía, el subgobernador del Banco de España, Juan Antonio Ruiz de Alda, hacía pública también ayer una encuesta de la que se desprende que las empresas españolas duplicaron sus beneficios en 1985 y continúa la misma tendencia en 1986. Portavoces del Ministerio de Economía esperan, por su parte, un crecimiento cero de la inflación en noviembre y afirman que el déficit se ha reducido un 7% respecto al mismo período del año anterior. El índice de la Bolsa de Madrid superó nuevamente ayer la cota del 200%.

Dos visiones radicalmente contradictorias sobre la situación de la economía española fueron ofrecidas ayer por dos agentes tan característicos como la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), cúpula patronal española, y el Banco de España.En la asamblea general de la CEOE, su presidente, José María Cuevas, trazó un panorama sombrío de la coyuntura. Cuevas criticó duramente la política económica y acusó al Gobierno de "rehuir sus responsabilidades" a la hora de reformar la economía, flexibilizar el mercado de trabajo y reducir las cotizaciones a la Seguridad Social.

El líder empresarial explicó que el ingreso de España en la Comunidad Europea se ha traducido en una degradación de la balanza comercial. "Si este proceso continúa", afirmó, "el precio se medirá en cierre de empresas, en pérdida de puestos de trabajo o en la venta inadecuada de nuestro aparato productivo al exterior".

Según Cuevas, "ha transcurrido un año para que estemos prácticamente donde estábamos Y estancarse cuando los demás avanzan es retroceder claramente". La situación económica es de absoluta debilidad, con falta de competitividad en las empresas para enfrentarse a Europa, a pesar de que "reina en los ambien tes oficiales como una especie de euforia".

Juan Antonio Ruiz de Alda, subgobernador de la entidad emisora, ofrecía una visión diametralmente opuesta de la coyuntura. Más de 4.000 empresas han contestado a un cuestionario del Banco de España para ofrecer unos resultados claramente espectaculares: los beneficios de las sociedades españolas (tanto públicas como privadas) se han duplicado el pasado año, y la tendencia persiste en el actual. Ello se ha debido fundamentalmente a la reducción de los costes financieros.

Varios datos más abundan en el optimismo: la subida de las bolsas de valores (que en Madrid alcanzó ayer nuevamente la cota del 200%), la previsión de una inflación cercana a cero para el mes de noviembre y los datos del déficit de caja, proporcionados por el Ministerio de Economía y Hacienda, que indican que éste ha disminuido un 7% respecto al mismo mes del año anterior.

Páginas 55, 57, 58, 64 y 65

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