Benet, en Riaño
Vaya por delante mi admiración personal por Juan Benet, tanto por su relevante pluma, tan atractiva de leer, como por su reputada labor profesional de ingeniero civil, tan conocida a ambos lados del Atlántico; me consta.Pero vaya también, a continuación, un pequeño análisis crítico de la parte técnica de su artículo Caín en Riaño, aparecido en la página 13 de EL PAÍS el jueves 4 de diciembre de 1986.
Es verdad que:
- Sólo el embalse de Riaño en la Remolina es capaz de asegurar la regulación en cabecera del río Esla.
- Sin necesidad de nuevas inversiones, se obtendrán beneficios capaces de amortizar en pocos años las obras del referido embalse. Para lograr idénticos beneficios, sin Riaño serían necesarios unos 300 años.
- Gracias a la infraestructura hidráulica existente aguas abajo, sus beneficios repercutirán en todo el país, no sólo en los 1.000 habitantes de la vega que serán perjudicados, aunque ya hayan sido indemnizados.
- A esos beneficios inmediatos se deben sumar los beneficios derivados de la eliminación de daños catastróficos, cuya incidencia es cualitativa.
- En definitiva, bajo una óptica socioeconómica, es aconsejable proceder al llenado del embalse de Riaño.
Pero también es verdad, y el autor no lo cita, que:
- La presa de Riaño está instalada en un región kárstica.
- Las regiones kársticas se caracterizan por la abundante presencia de cuevas en ellas.
- Muchos embalses construidos en regiones kársticas presentan frecuentes fugas de agua a través de las calizas del macizo rocoso, dificultando, cuando no impidiendo, el llenado del embalse y, en consecuencia, que la presa en cuestión cumpla los cometidos previstos en la inversión realizada.
- La corrección de dichas fugas, cuando puede realizarse con éxito, puede llegar a ser tan costosa como la propia inversión neta de la construcción del cuerpo de presa.
- España, país con elevada tradición en la construcción de presas (más de 900 hasta la fecha), contabiliza también estrepitosos fracasos en regiones kársticas (que ocupan el 29%. de nuestra superficie, y en el que se ubica Riaño), de cuyo largo etcétera sólo citaremos, a modo de botón de muestra, los ejemplos de Canelles, Camarasa, Contreras, Los Alfilorios, Montejaque, y Tous por su relevancia.
Dado el estado de conocimiento que se tiene sobre la respuesta del karst frente a las acciones antrópicas, y dada la información de que se dispone sobre las labores de impermeabilización realizadas en el embalse de Riaño, nos permitimos plantear al señor Benet una única pregunta:
¿Esta usted seguro de que al proceder al llenado del embalse de Riaño no van a aparecer fugas de agua, aguas abajo del embalse, que disturben los planteamientos económicos previstos en dicho proyecto?-
Geólogo.
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