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LOS EFECTOS DE LAS ELECCIONES VASCAS

El Partido Nacionalista Vasco se muestra decidido a pasar a la oposición

El Gobierno vasco saliente, que preside José Antonio Ardanza, y el Consejo Nacional del Partido Nacionalista Vasco (PNV) mantienen su criterio de que el grupo parlamentario de 17 diputados elegidos el pasado domingo debe pasar a la oposición. En la dirección nacionalista se impone la tesis de que ahora, tras la derrota, está en juego la supervivencia del partido. Mientras, Herri Batasuna (HB) ha dado a conocer su invitación al PNV y a Eusko Alkartasuna (EA) para suscribir un acuerdo "de reconstrucción nacional" que equivaldría a replantear el marco constitucional y estatutario.

Los consejeros del Gobierno vasco y del Consejo Nacional del PNV mantuvieron una reunión el martes por la tarde y ayer volvieron a encontrarse en Artea (Vizcaya) junto a los miembros del consejo consultivo nacionalista, que sólo es requerido en ocasiones consideradas decisivas. En ambas reuniones se examinaron los resultados electorales y se debatió la actitud del partido ante la formación del próximo Gobierno. Fuentes próximas al Ejecutivo señalaron que existe una coincidencia muy amplia con la dirección del partido sobre la conveniencia de no entrar en pactos de coalición. Éste será, en todo caso, el punto de arranque del amplio debate que el PNV pone en marcha desde el próximo sábado, con la reunión de su Asamblea Nacional, y que culminará dos semanas después.En la dirección nacionalista parece imponerse por amplio margen la idea, que ya sostenían sectores del gabinete Ardanza antes de las elecciones, de que el PNV debe presentar un nuevo proyecto político capaz de ilusionar a la sociedad vasca o, en caso contrario, afrontar el peligro de sufrir una nueva y más severa derrota en las casi inmediatas elecciones de junio próximo, en las que s renovarán los ayuntamientos las Juntas Generales (parlamentos provinciales) y las diputaciones forales. La sensación predominante, tras el éxito de Carlos Garaikoetxea con EA, que ha quedado a sólo 90.000 votos y tres diputados, es que un movimiento erróneo llevaría al partido de Sabino Arana poner en juego su supervivencia. Esta situación puede toda vía agravarse si, como resulta previsible, EA consigue una representación significativa en junio en el Parlamento foral navarro, competición en la que el PNV parte con grandes dificultades para rebasar el listón de 3%, imprescindible para conseguir escaños.

Propuesta de acuerdo

Herri Batasuna invitó ayer, por su parte, al PNV y a EA, a suscribir un acuerdo de cuatro puntos en un momento que la coalición considera histórico para el País Vasco. El acuerdo abarcaría la defensa común del derecho de autodeterminación, la unidad territorial de Euskadi sur (la comunidad vasca más Navarra), la puesta en pie de instituciones nacionales para la reconstrucción económica y la negociación entre el Estado y ETA, con el objeto de "evitar más sangre, más lágrimas y más torturas", según explicó el miembro de la Mesa Nacional Tasio Erquicia.Los portavoces de HB aseguraron que los dos partidos objeto de la invitación han pedido el voto a los ciudadanos hablando de estas reivindicaciones. "En la medida que cual quiera de ellos apoye pactos contra natura o apoye proyectos políticos ajenos a los deseos del pueblo", señaló Iñaki Ruiz de Pinedo, "auguramos que va a sufrir un descalabro. Iremos de frente contra ellos", añadió.

Jon Idígoras rechazó el calificativo de extraparlamentario para su grupo político. "Estamos deseando acudir a un parlamento", afirmó, "donde realmente se pueda decidir algo". Txomin Ziluaga indicó que los pactos de coalición a espaldas de la voluntad de la mayoría de los vascos están condenados al fracaso. "Este pueblo es perfectamente gobernable", dijo, "lo que pasa es que quiere ser autogobernado".

Interrogados sobre su hipotética presencia en las instituciones para apoyar un Gobierno favorable al pacto que proponen, los dirigentes de la coalición afirmaron: "Hemos dicho bien claro que asumiremos nuestras responsabilidades tras las elecciones. Hoy hacemos un ofrecimiento histórico. Iremos precisando otros extremos a medida que los demás se pronuncien".

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El Gobierno vasco en funciones considera, según informa José M. Vitoria, que no hay razón para alterar la opinión profusamente difundida por Ardanza a lo largo de la campaña de que el PNV debía pasar a la oposición si no obtenía la victoria en las elección, según precisó ayer en Vitoria el portavoz del Ejecutivo, Eugenio Ibarzabal.Preguntado sobre si el lendakari Ardanza estaba dispuesto a ir a la oposición, Ibarzabal indicó que "su opinión, y también la de otros dirigentes, es que si el PNV quedaba el segundo en las elecciones pasaría a la oposición. Y no hay en principio razón para no mantenerlo. Y nosotros, a expensas del debate que pueda haber, ya que las bases del partido tendrán algo que decir al respecto, y a expensas un poco de otros resultados que pueda haber, nosotros en principio mantenemos esa posición inicial". El Ejecutivo considera que tal opinión será la base de la discusión entre la militancia nacionalista y no descarta la posibilidad de diálogo con otros grupos.

El portavoz urgió a PSOE, Euskadiko Ezkerra y EA a que cristalicen la voluntad de pacto y de negociación para generar un cambio en Euskadi que a juicio del Ejecutivo han reflejado durante la campaña electoral.

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