Los viajeros podrán solicitar a partir de mañana la tarjeta de abono de transportes

El abono de transportes, carné de identificación personal, requisito imprescindible para adquirir posteriormente el cupón mensual para la utilización del metro y los autobuses de la EMT sin limitación alguna, se podrá solicitar a partir de mañana en los estancos

La tarjeta del abono de transportes incluye la fotografía del usuario, nombre y apellidos, número del documento nacional de identidad o pasaporte y un número de identificación de la tarjeta. El cupón mensual, que se pondrá a la venta a partir del 20 de diciembre y que empezará a tener validez el primero de enero, podrá adquirirse, además de en los estancos, en las estaciones de metro y casetas de la EMT, al precio de 3.000 pesetas.Según los datos aportados por el Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid, el abono de transportes afectará en una primera fase a las 1.249.000 personas que utilizan el transporte colectivo de lunes a viernes.

Este abono, para viajes ilimitados durante el mes, posibilita el recorrido de los casi 2.500 kilómetros de rutas servidas por las 10 líneas del metro y las 150 de la EMT, o, lo que es lo mismo, 149 estaciones de metro y 6.219 paradas de autobús.

Las estimaciones efectuadas por el consorcio prevén alcanzar al final de año los 300.000 abonos en la zona A, es decir, en el área de Madrid capital, servida por el metro y los autobuses de la EMT, y 100.000 en el área metropolitana. Con las previsiones estimadas, más del 50% de los viajes realizados en transporte colectivo, en un futuro próximo, lo será por la vía del abono de transportes.

París fue una de las primeras ciudades europeas en implantar el abono de transportes, en 1975, con el nombre de carte orange, y en la actualidad se expenden una media de 1.950.000 cupones mensuales.

La introducción de este sistema supuso a la vez un aumento de la utilización del transporte colectivo, un incremento del tráfico en toda la red y especialmente en la de autobuses.

Londres ha sido la última ciudad europea donde se ha introducido este tipo de abono, en 1983, con el nombre de travel card. La travel card produjo una disminución del tráfico de autobuses en las hora punta y un aumento en horas valle, así como un aumento del metro.