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TVE emite 'Calderón' , filme basado en la obra de Pasolini

El espacio El ojo de cristal emite esta noche el filme Calderón, realizado en 1981 (RAI), para el teatro estable de Friuli-Venezia Giulia, por Giorgio Pressburger, sobre la obra teatral homónima que Pier Paolo Pasolini escribió entre 1967 y 1973, inspirándose en La vida es sueño, de Calderón de la Barca. La obra pasoliniana, tragedia civil sobre el problema del poder, está ambientada en la España de los años 1960-1970, escenario sobre el que el autor de Accatone levanta una gran metáfora de amargas y pesimistas conclusiones sobre el mundo contemporáneo que surge tras las revueltas del 68.

Aun tratándose de la versión cinematográfica del texto escrito por Pasolini, la programación televisiva de Calderón es una oportunidad inapreciable de aproximarse, siquiera tímidamente, a su desconocida e inexplorada obra teatral (en su mayor parte sólo conocida tras su muerte y escasamente traducida a otros idiomas). Etiquetado, dentro del conjunto de su producción artística, como actividad secundaria, el teatro pasoliniano, como ha señalado Enrico Groppali, uno de los raros autores que ha estudiado su dramaturgia (L'Ossessione e il fantasma. Il teatro di Pasolini e Moravia), no ha pasado de ser valorado como una serie de intermitencias inclasificables. "En Pasolini", escribe Groppali, "más que como un vicio secreto, el teatro parece manifestarse cíclicamente como una insoportable erupción cutánea". Está por otro lado su poco idílica relación con el teatro de su tiempo, sobre el que vierte sus más sañudas invectivas. "Me fastidia todo lo que atañe al teatro: los autores, la gente que trabaja en él, el público que va", dice en una entrevista reproducida en L'Espresso con motivo de la inminente publicación de Calderón.Para el autor de Ragazzi di vila, el teatro es un rito cultural destinado a los intelectuales burgueses avanzados. Se niega incluso a discutir siquiera la propuesta de un teatro estable que, en esa misma temporada de 1973, estaría dispuesto a poner en escena su obra.

Pasolini es decididamente un hombre incómodo, polémico, del que aún duele su poema Il PCI ai giovani, escrito en plena contestación del 68 y que empieza diciendo, refiriéndose a los estudiantes gauchistas: "Avete facce di figli di papá". Con Calderón (parte integrante de una serie de seis piezas dramáticas que Pasolini trabajó, revisó y corrigió durante años), la provocación persiste y, si cabe, toma mayores dimensiones.

Rosaura, la traducción pasoliniana del Segismundo de Calderón, reencarna por obra del sueño en tres situaciones distintas. En la primera, hija de grandes burgueses, se enamora de don Segismundo, republicano y antiguo combatiente antifranquista que resulta ser su verdadero padre. En la segunda es una depauperada prostituta que acaba prendada de Pablo, un joven de la generación hippy, del que con el tiempo sabrá que es hijo suyo, fruto de una violación cuando era una adolescente.

Los obreros

En el tercero, Rosaura, convertida ahora en María Rosa, es la neurótica esposa de un burgués, Basilio. Vuelve a encontrar al joven Pablo, convertido ahora en un revoltoso sesantiochino, pero ya no es el joven que ama.Finalmente, María Rosa consigue recordar el sueño obsesivo que le atormenta: en él ella es liberada por un grupo de guerrilleros obreros. La obra termina con dos versos en boca de Basilio: "En cuanto a eso de los obreros, no hay duda: es un sueño, nada más que un sueño". Todo parece haberse convertido en lo mismo. La cultura en el poder ha absorbido la cultura en la oposición y la ha hecho propia, y para Pasolini el compromiso político consiste ahora en denunciar esta "fusión terrible que ha vuelto detestable todo el mundo contemporáneo".

Giorgio Pressburger, autor de una puesta en escena teatral de Calderón (la primera fue la de Luca Ronconi), respeta casi íntegramente los diálogos del texto pasoliniano en su versión cinematográfica de 1981, interpretada por los mismos actores de la versión teatral y rodada en localizaciones entre Trieste y el Friuli.

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