La tarea de Seúl

Guste o no, Estados Unidos aparece como garante de la seguridad y de la situación política interna de Corea del Sur. Los generales de Seúl han sacado ventaja de la réntienela estadounidense a amenazar con el corte de la ayuda militar, la más extrema sanción que Estados Unidos puede adoptar. Pero ni los dirigentes de la oposición surcoreana ni los liberales norteamericanos han querido asumir la responsabilidad de que Estados Unidos se vea obligado a adoptar esa posición. Esto deja un campo relativamente estrecho de maniobra a la diplomacia estadounidenseantes de los Juegos Olímpicos de 1988, acontecimiento que los militares surcoreanos consideran como un monumento a su régimen. 20 de noviembre