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Una nueva generación para la gran banca

El último gran banquero

La saga de los Botín continúa. Don Emilio Botín, hijo y nieto de banqueros, ha dejado paso en la presidencia del Santander, sexto banco del país, a su hijo Emilio. La estampa de don Emilio paseando por los jardines de Pereda, en Santander, se ampliará en el tiempo, al disponer de más horas libres. En 1857, y durante el reinado de Isabel II, un grupo de prohombres montañeses, destacados en los negocios del comercio local, fundó un banco de emisión, el Banco de Santander, que contaba con el privilegio de crear papel moneda. Esta fundación llegaba apenas 15 días después de la del Banco de Bilbao. El privilegio se prolongó hasta 1875, en el que la emisión quedó reservada con carácter exclusivo para el Banco de España.Don Emilio ha sido presidente del Santander durante 36 años, lo que le constituye en el más veterano grande entre los grandes. Las reuniones de presidentes ya no serán lo mismo sin él; del mismo modo que hace dos años los siete presidentes se reunieron para dar un homenaje a José María Aguirre Gonzalo, titular de Banesto, ahora lo deberán hacer con Botín y será la ocasión de sacar la nueva fotografía del más poderoso club privado de España, con sus nuevos componentes. La movilidad social también ha llegado a este sector de élite.

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Polémica

Las actitudes públicas de don Emilio Botín siempre han sido polémicas. Desde aquellas en. las que defendió, con casi un, año de adelanto, la legalización del partido comunista. ("El partido comunista es totalitario y antidemocrático, pero creo que lo más inteligente sería legalizarlo"), hasta las últimas en Televisión Española, en las que calificó la financiación de los partidos políticos; en las últimas elecciones generales como una equivocación. Don Emilio sorprendía a todos en 1980, cuando afirmaba que "no hay, crisis bancaria, sino bancos mal dirigidos". En aquel momento más de una veintena de entidades financieras habían pasado por el Fondo de Garantía de Depósitos y Taltaba por asumir la crisis de Rumasa, el Urquijo, el Hispano, etcétera. Más adelante, el presidente del Santander volvía a asombrar cuando proponía la liquidación del Fondo, hospital de bancos en crisis, y la creación de otra uvi voluntaria.El Santander compitió con el Banco Central en la penetración financiera española en América Latina. En las principales capitales latinoamericanas hay Bancos de Santander con éste u otro nombre. Cuando la crisis de la deuda externa explotó en toda su magnitud, ambos bancos quedaron pillados, aunque nunca se ha conocido el nivel de riesgo de cada uno de ellos, país por país. Botín explicó entonces a este periódico su vocación americana: "Creo que mi afición a la historia de España ha tenido influencia en la predilección que siento por esa parte del mundo".

Un día, Botín se dio cuenta de que la deuda externa era impagable. Entonces inauguró una vía de solución, todavía hoy inexplicada, que seguirían luego otros bancos españoles: la venta de la deuda externa.

Don Emilio fue el banquero que más sospechó de la expansión incontrolada de Rumasa. Cuando los socialistas expropiaron el holding, en febrero de 1983, Botín dirigió una carta al presidente de Gobierno, felicitándole por su actuación. No en vano siempre declaró que les preciso que el Gobierno gobierne". Su misiva concitó todo el odio de José María Ruiz-Mateos y el Banco de Santander hubo de hacer frente a una maniobra de intoxicación que puso el banco en precario.

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