Ocho presos catalanes se acogen a las medidas de reinserción
Ocho presos catalanes han firmado su "renuncia a la lucha armada" y están a la espera de la concesión del indulto que debe aprobar el Consejo de Ministros. Con su firma, que se ha producido a lo largo de los últimos siete meses, los afectados, pertenecientes en su mayoría a grupos anarquistas, se han acogido a la política de reinserción iniciada por el Gobierno en la Navidad de 1984.
La vía de la reinserción se ha abierto también para los independistas catalanes exiliados en el sur de Francia. Miquel Cura, implicado en el asalto al cuartel de Berga, ya ha regresado a Manresa tras iniciar los trámites oportunos. En la tramitación de los expedientes ante el Ministerio de Justicia ha participado como intermediario el senador socialista por la circunscripción de Gerona Francesc Ferrer.Los presos que deciden acogerse a las medidas de reinserción deben firmar una declaración en la que expresan su "renuncia a la lucha armada" y reconocen la "existencia de un Estado de libertades democráticas en el que se les permite la profesión y expresión de la propia ideología".
En este momento se encuentran pendientes de resolución ocho casos. Todos ellos han firmado ya su petición de indulto y su renuncia a la lucha armada. Guillermo Lorenzo Treviño, militante de Resistencia Catalana d'Alliberament Nacional (RCAN), grupo independentista, cumple condena de 20 años en Segovia; José Granados Martínez, Miquel Mulet Nicolau y Francisco Nicolás Garrido cumplen condena por atraco a una entidad bancaria, los dos primeros en la Modelo y el terecero en la cárcel Lérida 2; María Carmen Marín Prados se halla presa en la cárcel de mujeres de Barcelona; Francisco Medina Hernández y Albert Rubio Sánchez se encuentran en libertad condicional desde mayo y noviembre de 1985, respectivamente. A estos siete expedientes se añadió últimamente el de Guillermo Marín Gaitán.
El pasado 3 de junio volvió a España Miquel Cura, exiliado en Francia y que se acogió a los expedientes de indulto. Robert Ara i Arqués, que figuraba también en la primera lista de posibles reinsertos con la que trabajó la Subsecretaría de Justicia, se halla aún en Francia. Ara tiene pendiente el servicio militar, lo cual le convierte en desertor. "Todo es mucho más dificil cuando no es sólo la jurisdicción civil la que debe intervenir", señaló a este diario el senador Francesc Ferrer.
La política de reinserción auspiciada por el Ministerio de Justicia no ha sido aceptada por algunos colectivos de presos catalanes. En esta situación se hallan Antoni Ribes, Montserrat Tarragó y Carles Sastre, encarcelados en Madrid.
Antoni Masseguer y Xavier Barberá, que cumplen condena en Lérida, reclaman la amnistía y han llevado su caso hasta el Tribunal de Estrasburgo, que lo ha aceptado a trámite.
