'La década prodigiosa', un filme para chabrolianos

La mejor etapa de Claude Chabrol, la de Las ciervas, La mujer infiel, Accidente sin huella, El carnicero y Al anochecer, pasa inmediatamente a ser etapa mustia, más habitada de títulos mediocres que de verdaderas obras de mérito. Ahí está, iniciando el proceso, La década prodigiosa. Un filme interesante, eso sí, para chabrolianos incondicionales, que los hay, y para estudiosos de su cine, aunque englobado en este ciclo televisivo de los jueves, con su arbitrariedad selectiva y sus pésimos doblajes.La década prodigiosa tiene un punto de partida sugerente, una novela policiaca de Ellery Queen de mucha materia prima. Un padre posesivo y dictador y un hijo medio tocado del ala a quien aquél obliga a pecar continuamente (en realidad, atentar contra todos y cada uno de los 10 mandamientos) era, en efecto, un entusiasta planteamiento para alguien que, como Chabrol, sabe perforar psicologías y prestar atención al ambiente, nuevamente burgués, que las rodea.

El enfático Orson Welles y el siempre neurótico Anthony Perkins y, tras ellos, Marlene Jobert y Michel Piccoli, no eran un tanto a despreciar. Están muy bien en sus pape!es. Pero a Chabrol se le escapó la mano. Su fábula social denota falta de rigor y no profundiza en la historia.

La década prodigiosa se emite hoy, por TVE-2, a las 22.10.