Otto y Fritz
Permítame que le diga que las apreciaciones de su ombudsman, de fecha 12 de octubre, con cuyo escueto envío responde usted a mi rollo del otro día, no me convencen. Es todo ello demasiado pro domo sua, y me cae mucho más claro y absolutamente irrefutable el derecho sacrosanto a la privacy del afortunado ganador, y la semejanza con las truhanerías de Abc de lo que en esta ocasión ustedes hicieron, ojalá, sin querer.Y ya que estoy escribiéndole, le señalo un fallo de esos que inciden (como ahora de manera tan cursi se dice a todo trapo en vez de repercuten) en la imagen letrada, o sea, desfavorablemente, de la publicación que en ello incurre: se trata, y esto es sólo un ejemplo, de que al consignar el apellido de los Alba actuales, en vez de poner Fitz-James se lee Fritz-James.
Se ve que quien lo hizo o quien lo corrigió nada sabía de que fitz es el franco-normando de hijo, fils, "hijo de Jaime", y, ni corto ni perezoso e ignorante él, lo enmendó en un vulgar Fritz de cualquier Otto.
Ocasiones ha habido, pero no en su periódico, en que algún otro indocumentado, tampoco enterado, se conoce, de lo que apunto, se ha empeñado en convertir el Fitz en Fita. Otro listillo de esos de los que yo quisiera que no existiese ninguno en el diario de usted, con el que tanto disfruto.- embajador.
