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Frío recibimiento a Botha en la capital francesa

Lluís Bassets

El presidente de África del Sur, Pieter Botha, inauguró ayer, en medio de un importante dispositivo de seguridad, un monumento a los soldados de su país muertos en la I Guerra Mundial. El Gobierno francés ha dispensado al dirigente racista un recibimiento bajo mínimos.Botha y su séquito de 300 personas fueron recibidos el lunes en el aeropuerto de Orly por el jefe de protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores. En Longueval (departamento del Somme), donde ha sido construido el monumento funerario, actuó como anfitrión el subprefecto de la región.

En la noche del lunes al martes explotaron en París tres artefactos en locales de empresas que mantienen relaciones comerciales con Suráfrica: la petrolera Total, la de automóviles Peugeot y el grupo industrial Puk. Los atentados, que produjeron importantes daños materiales, fueron reivindicados por el grupo de extrema izquierda Acción Directa, como protesta por la presencia del presidente surafricano en Francia.

La estancia de 48 horas de Pieter Botha en Francia se produce poco antes de que empiece la cumbre de países francoafricanos en Lomé, capital de Togo. El presidente de la República, François Mitterrand, parte ya hoy en viaje oficial a Conakry (Guinea). De allí se trasladará, el 13 y el 14, a Togo, donde coincidirá en la cumbre con el primer ministro, Jacques Chirac, y luego viajará a Mali y Burkina Faso. Chirac, por su parte, viajará el jueves a Brazzaville, antes de dirigirse a Lomé, y terminará su viaje el 15, en Costa de Marfil.

La inauguración de ayer coincidió con un día de fiesta nacional, la conmemoración del armisticio de la I Guerra Mundial. Una mujer de la localidad de Longueval declaraba ayer ante las cámaras de televisión que por la mañana iría a la inauguración del monumento, pero que por la tarde protestaría por la visita de Botha.

El monumento de Longueval conmemora la gesta bélica de una brigada surafricana, en una ofensiva lanzada por los aliados contra los alemanes en julio de 1916. De los 1.150 hombres de la brigada, una parte de los cuales era negra, sobrevivieron 143. En la batalla del Somme perecieron 2.275 surafricanos, y en el conjunto de la guerra de 1914, 12.242. Chirac, con motivo del viaje, ha declarado que con gusto habría recibido al presidente surafricano para expresarle su condena del apartheid y para presionarle políticamente, pero que esto habría disgustado a los africanos.

Antes de llegar a París, Botha hizo una escala en Funchal, en la isla portuguesa de Madeira, donde el gobierno autonómico del socialdemócrata Alberto João Jardim le dispensó honores de jefe de Estado, rompiendo así una vez mas el principio de la unidad de la política exterior de Portugal, informa Nicole Guardiola desde Lisboa.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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