Bob Martínez, 'El Bobby', primer gobernador hispano de Florida

El republicano Bob Martínez, El Bobby como lo llama su abuela española, se convirtió ayer en el primer gobernador hispano del Estado de Florida y en el segundo de este origen (tras Toney Anaya, gobernador demócrata de Nuevo México) en la historia del país. Martínez, de 51 años, nieto de inmigrantes españoles radicados en la norteña ciudad floridana de Tampa, es también el segundo republicano que ha conseguido la gobernación del Estado desde 1872.El triunfo de Martínez frente a Steve Pajcic en un Estado tradicionalmente demócrata no sólo confirmó la creciente fuerza de los republicanos en Florida, sino que representó una importante victoria para los hispanos, que votaron en un 86% a favor de Martínez.

"Mis abuelos llegaron hace 80 años a Estados Unidos, procedentes de España. Estoy orgulloso de mi herencia hispana y soy de los pocos floridanos de tercera generación que todavía habla español", declaró días atrás, con marcado acento estadounidense, el recién elegido gobernador.

"Lo primero que haré será tomar dos o tres días de descanso", declaró Martínez, quien realizó, como Steve Pajcic, una exhaustiva campaña que le llevó a recorrer, hasta el último minuto, todos los rincones del Estado. La lucha contra la droga fue uno de los temas más importantes de la campaña en un Estado con uno de los mayores índices de críminalidad del país, y que se ha convertido en el centro de recepción y distribución de la droga procedente de Suramérica.

Hijo de una costurera y de un camarero, Bob Martínez se graduó en la universidad de Tampa, fue profesor de Historia, tarde empresario, dueño de un restaurante y, en 1979, alcalde de su ciudad natal, Tampa, cargo que abandonó tras dos mandatos para luchar por la gobernación del Estado.

El nuevo gobernador, que pasó del Partido Demócrata al republicano en 1983, es un moderado y los expertos predicen que basará su política en apoyar y estimular al sector empresarial.

Martínez gobernará el Estado con un Parlamento local dominado por los demócratas.