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LOS COMICIOS NORTEAMERICANOS

226 propuestas populares sometidas a referéndum

Los norteamericanos deciden a quién envían a las Cámaras y cuestiones de la vida diaria

Francisco G. Basterra

Los ciudadanos del remoto Estado de Montana se pronunciaron ayer sobre la eventual abolición del impuesto sobre la propiedad; los barrios negros de Boston votaron sobre si crean o no un nuevo municipio segregado, que se llamaría Mandela; en California, los electores pudieron decidir si se declara el inglés lengua oficial del Estado o si se decreta la cuarentena para los enfermos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA); en Oregón, el voto sirvió también para decidir si se cierra o no la única central nuclear del Estado o si se legaliza el cultivo de la marihuana.

En total, son 226 las iniciativas populares o propuestas ciudadanas que se sometieron ayer a referéndum en 43, Estados. Son decisiones que los ciudadanos prefieren no dejar en manos de sus representantes políticos. Además de las propuestas a nivel estatal, se sometieron al sufragio popular cuestiones de ámbito local.Las iniciativas parten de peticiones de ciudadanos individuales (en California ha sido necesario recoger un millón de firmas para someter a referéndum el establecimiento del inglés como lengua oficial del Estado) o son propuestas por las legislaturas estatales u otros organismos de la Administración local.

El voto directo es una tendencia creciente desde hace más de una década, cuando los californianos, en 1978, votaron afirmativamente la proposición 13, que ponía un techo a los impuestos sobre la propiedad en el Estado. Esta decisión provocó un movimiento popular de rebelión contra los impuestos, que aún sigue vivo, aunque su intensidad ha decrecido.

Abolir los impuestos

En Montana se quiere enmendar la Constitución del Estado para abolir todos los impuestos sobre la propiedad y obligar en el futuro a pasar previamente por un referéndum cualquier aumento de impuestos indirectos estatales que quieran compensar la pérdida de ingresos. Es el ejemplo extremo de esta batalla anti-Hacienda. Pero en otros cuatro Estados los ciudadanos votaron ayer sobre la reducción de impuestos. En California se sometió al electorado la proposición 62 que, de ser aprobada, obligaría a un voto mayoritario popular sumado al voto de los dos tercios del Gobierno local para cualquier aumento de la presión fiscal. En Massachusetts se sometió a referéndum una propuesta para limitar el aumento de los ingresos fiscales del Estado al nivel del crecimiento de los salarios de sus ciudadanos.

El aborto, una de las cuestiones que más dividen a los norteamericanos y cuya abolición Ronald Reagan ha convertido en tema importante de su agenda política conservadora, fue puesto a votación ayer en cuatro Estados: Arkansas, Massachusetts Oregón y Rhode Island. Los defensores de las propuestas, grupos conservadores pro vida, desean prohibir la utilización del dinero de los Estados para realizar abortos. Estos sectores luchan por conseguir que sean los Estados los que decidan sobre la legalidad o no de la interrupción del embarazo.

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El derecho a abortar está sancionado por una sentencia del Tribunal Supremo de EE UU de 1973. En Rhode Island y Arkansas, si se aprueban las propuestas a referéndum, el aborto sería ilegal, siempre y cuando el Supremo cambie de opinión con una nueva sentencia, algo que sería posible si Reagan logra, antes de su relevo, alterar con nuevos nombramientos la composición del más alto tribunal.

Los ciudadanos de ocho Estados en los que, por razones morales, está aún prohibido el juego, decidieron también ayer sobre la conveniencia o no de legalizar las loterías y casinos. Se trata, con excepción de Florida, de Estados agrícolas muy castigados por la depresión del sector, que se plantean la bondad de compensar con los nuevos ingresos procedentes del juego tinas arcas públicas exhaustas.

Florida es un Estado próspero, pero que no quiere aumentar sus impuestos, y el juego supondría unos ingresos de 300 millones de dólares anuales (cerca de 40.000 millones de pesetas) y una ayuda importante para la industria hotelera.

En Montana, los opositores al juego argumentan que la sociedad está "edificada sobre el trabajo duro, la paciencia y el esfuerzo sostenido. Las loterías venden fantasía y se aprovechan de la debilidad humana".

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