El tapado

Cuando, hace exactamente un año, el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, señaló la existencia de un "tapado" que sustituiría en la presidencia de la Xunta a Gerardo Fernández Albor, una vez que éste hubiese ganado las elecciones autonómicas de noviembre de 1985, muchos pensaron en José Luis Barreiro, mientras desde AP se levantaban voces indignadas que negaban el "infundio". Ahora, un año después, la profecía de Guerra ha estado a punto de cumplirse, y el poderoso vicepresidente (dimisionario) de la Xunta podía haber ascendido al sillón presidencial en el palacio de Rajoi merced a su audaz golpe de mano contra Fernández Albor.Sin embargo, los apoyos oficiales en la sede central de AP, especialmente por lo que se refiere al presidente Manuel Fraga, parecen dirigirse más bien hacia Gerardo Fernández Albor, cuya figura recibirá, presumiblemente, un voto de confianza en la reunión que el próximo lunes celebrará el comité ejecutivo de AP, reunión a la que no asistirá Barreiro. También los democristianos del PDP, que en Galicia siguen formando parte de la Xunta con AP y los liberales, han condenado las "maniobras" de Barreiro; y el PL de José Antonio Segurado asegura, en privado, que prefiere al dialogante Fernández Albor, aunque públicamente mantiene un silencio preocupado.

Como contrapartida, Barreiro controla importantes parcelas de poder en la siempre inestable AP gallega, tiene conexiones en la televisión autonómica y en la Prensa regional e influencias en los principales sectores económicos de la comunidad autónoma. Todo ello lo ha logrado en un período de siete años, ascendiendo vertiginosamente desde un humilde puesto de técnico no militante en la sede de AP en Pontevedra, y desembarazándose posteriormente de cualquier competidor molesto, como el ex vicepresidente económico de la Xunta Carlos Mella. A sus 37 años, Barreiro se ha convertido en el personaje político más influyente de Galicia desde la sombra.

Ahora, la batalla está planteada precisamente porque Barreiro quiere abandonar su puesto en la sombra.