Tres soldados muertos y 10 heridos en unas maniobras militares en Las Hurdes
Tres soldados resultaron muertos y 10 heridos, algunos graves, en un accidente ocurrido el domingo en las maniobras militares hispano-portuguesas Comangoe 86, que se venían desarrollando en Las Hurdes (Cáceres). Según uno de los heridos, el accidente se produjo "como consecuencia de la mala administración que ha habido en las maniobras".
Familiares de los soldados se lamentaban de la ausencia de mandos militares en el centro sanitario hasta donde fueron trasladados los heridos. Los tres fallecidos son el cabo José García Cabrera y los soldados Ángel Martínez Centenera y Evelio Muñoz Murillo, pertenecientes todos ellos al Grupo de Operaciones Especiales del Regimiento órdenes Militares número 1 de Colmenar Viejo (Madrid). Los tres estaban a punto de licenciarse.Según el Estado Mayor del Ejército, el accidente se produjo cuando un vehículo BNIR -blindado medio sobre ruedas que transportaba a 13 soldados se salió de la carretera para tomar un camino forestal a las 20.30 horas del domingo. El terreno cedió y el vehículo blindado volcó. En las maniobras, en las inmediaciones de La Pesga (Cáceres), participaban 600 hombres (150 portugueses), helicópteros y diversos vehículos blindados.
La versión facilitada por el Estado Mayor del Ejército difiere de la ofrecida por uno de los soldados heridos que viajaba en el vehículo siniestrado, para quien "el accidente ha sido a causa de la mala administración que ha habido en las maniobras porque no se han tomado las medidas oportunas". Según este soldado, el vehículo circulaba por "un camino deprisa y sin luz". Ibamos mucha más gente de la que deberíamos ir normalmente y entonces la seguridad era mínima", añadió. Esta situación, según el soldado, era conocida por sus superiores, "pero pasaban de ello y, por tanto, los riesgos de tener un accidente eran mayores que los habituales".
Los soldados heridos fueron trasladados a la residencia sanitaria de Plasencia y sus familiares fueron aviasados en las primeras horas de la madrugada del lunes. Algunos tuvieron que recorrer hasta 600 kilómetros "con la incertidumbre de saber si estaban graves o no". "Al llegar aquí nos encontramos con que no había ningún mando militar para recibirnos y decirnos cómo estaban, dónde y qué hacían".
El funeral por las víctimas se celebró en la mañana de ayer, lunes, en Camino Moril (Cáceres), con asistencia del teniente coronel jefe de las maniobras. El capitán general de la Primera Región Militar, Gustavo Urrutia, asistió, por la tarde, a la despedida de los tres cadáveres, que fueron trasladados hasta Alicante, Madrid y Barcelona, de donde eran naturales los tres fallecidos.
En la residencia sanitaria de Plasencia se encontraban ayer internados ocho de los heridos, de diversa consideración.
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