Centenares de miles de madrileños participaron en la Fiesta de la Bicicleta

Decenas de miles de madrileños montados en sus bicicletas y tándems recorrieron ayer los 28 kilómetros del circuito fijado para la IX Fiesta de la Bicicleta, sin que se produjeran incidentes y sin que, gracias a una mejor organización del tráfico que en ediciones anteriores, se registraran grandes atascos. La entidad organizadora, Radio Popular, facilitó la cifra de 350.000 participantes, 50.000 más que el año pasado. El alcalde de Madrid, Juan Barranco, dio la salida y luego se incorporó a la marcha acompañado de sus dos hijos.

La IX edición de la Fiesta de la Bicicleta se inició, a las nueve de la mañana, a la altura de la calle de Menéndez Pelayo esquina a la de Ibiza. Los miles de participantes, tras dejar atrás el Retiro se aprestaron a subir la cuesta, poco pronunciada pero muy larga, de Príncipe de Vergara, y luego Mateo Inurria, hasta la plaza de Castilla, donde empezaba el largo descenso, y descanso, del paseo de la Castellana. A partir de ahí, el recorrido constaba de terreno llano alternado con pendientes bastante considerables, salvadas animosamente por los participantes que, a tenor de las declaraciones de algunos de ellos, se lo pasaron muy bien y prometieron participar de nuevo el próximo año.Los organizadores difundieron ampliamente una serie de normas básicas dirigidas a la seguridad de los ciclistas y a la comodidad de los automovilistas.

Efectivos de la Policía Municipal iban restableciendo el tráfico y abriendo las calles cortadas a medida que los ciclistas las rebasaban, de forma que en ningún momento llegaron a formarse grandes atascos de tráfico, sino retenciones que no provocaron el malhumor de los conductores obligados a esperar. Las retenciones más importantes se dieron en los alrededores de la salida y en el barrio de Salamanca.

Los primeros participantes llegaron a la meta, situada en un parque del Retiro, apenas tres horas después de la salida. La marcha fue lenta, porque, como recomendaron los organizadores, no se trataba de ganar ningún premio ni de hacer esfuerzos sobrehumanos. Se trataba simplemente de reivindicar el espacio ciudadano para actividades de ocio y deportivas y, de paso, disfrutar de una mañana agradable, a lo que contribuyó el buen tiempo reinante en la mañana de ayer.