La ribera del Júcar, cuatro años después
Los damnificados piden que se juzgue a los responsables de la rotura de la presa de Tous
Las protestas de los damnificados de la ribera del Júcar por las inundaciones de 1982 se reproducirán hoy en Alzira, principal población de la comarca, al cumplirse el cuarto aniversario de aquella catástrofe que arrojó un saldo de 16 víctimas, varios miles de afectados y más de 100.000 millones de pesetas en pérdidas. Los comercios de esta ciudad cerrarán sus puertas esta tarde y han anunciado una concentración en la plaza Mayor.
Los afectados por las Inundaciones de Valencia (Afiva) y la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios Damnificados (Apemeda) piden, una vez más, la celebración del juicio a los responsables del desmoronamiento de la presa de Tous. La vista oral se celebrará probablemente el primer trimestre de 1987. Los damnificados por las inundaciones reclaman asimismo que se concedan moratorias generalizadas a los beneficiarios de los préstamos oficiales y que se paralicen los requerimientos judiciales que llegan a los afectados que no pueden devolver los créditos. La reconstrucción de la presa de Tous fue planteada pocos días después de la riada de 1982. Cuatro años después, el proyecto de la nueva presa de Tous se encuentra a punto. El presupuesto de la obra, que deberá estar terminada en el plazo de seis años, es de unos 20.000 millones de pesetas. Los técnicos calculan que esta nueva presa, que tendrá una capacidad de 660 hectómetros cúbicos, podrá aguantar un caudal de 26.000 metros cúbicos por segundo.Los cuatro técnicos del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) responsables de la presa de Tous el 20 de octubre de 1982 se encuentran actualmente procesados. Se les acusa de cometer "un delito de imprudencia temeraria profesional con resultado de muertes y daños". El primer magistrado instructor del sumario, Gustavo Solaz, fijó una responsabilidad civil de 200.000 millones de pesetas, mientras la acusación particular, Afiva, la estimó en unos 125.000 millones de pesetas.
El fiscal del sumario 56/82, Gonzalo López Ebri, solicitó en su día a la Audiencia Provincial de Valencia penas de dos años de prisión menor para el ingeniero Salvador Madrigal, que proyectó la presa, y un año de prisión menor para Jesús González Marín, ingeniero técnico encargado de su vigilancia. También pidió el pago de 40.300 millones de pesetas como indemnización.
El auto de procesamiento, que lo dictó la Sala Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia el 26 de febrero de 1986, revela una serie de negligencias en las que incurrieron, al parecer, los responsables de la presa de Tous. En primer lugar, la ausencia de medidas precautorias tomadas, dada la intensidad de las lluvias que cayeron sobre la cuenca del Júcar en aquellas fechas. Otras causas que contribuyeron al desmoronamiento de Tous fueron, a su juicio, la falta de vigilancia y control en los dispositivos de desagüe, y la no apertura de las compuertas del aliviadero de superficie de la presa.
A pesar del tiempo transcurrido, aún permanecen secuelas de la catástrofe en esta comarca, habitada por unos 200.000 habitantes. En Sumacárcer y Antella, dos pequeñas poblaciones eminentemente agrícolas, cuyos términos quedaron convertidos en extensos pedregales, quedan todavía unas 1.000 anegadas de tierra por reconstruir.
Otro asunto pendiente lo constituye la autopista A-7, que actuó como una barrera artificial en la inundación e impidió durante horas el paso de las aguas desbordadas hacia la desembocadura del río. La población de Algemesí, de 26.000 habitantes, sufrió especialmente las consecuencias. Lluís Escartí, teniente de alcalde de este consistorio, lamenta que después de cuatro años la autopista "siga siendo una amenaza para este pueblo".
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