Los norteamericanos prohíben al alcalde acceder a la zona donde cayó el F-16

El alcalde de Cetina (Zaragoza), término municipal de 1.000 habitantes en el que se estrelló el miércoles un avión F-16 de Estados Unidos, no pudo pasar al lugar del accidente porque se lo impidieron los militares norteamericanos que acordonaron la zona. Estas mismas fuerzas requisaron un carrete al fotógrafo de la agencia Efe Javier Cebollada. El Ayuntamiento de la localidad ha hecho pública su protesta por el trato dispensado al alcalde, el socialista Pascual Marco.

El alcalde declaró ayer que no comprende cómo los militares estadounidenses "se han hecho dueños de la zona", y agregó que había visto al menos dos o tres bomas esparcidas por la montaña. Pascual Marco explicó que no le dejaron acercarse a menos de, 300 metros del lugar del suceso.El fotógrafo Javier Cebollada hizo un rollo de fotografías en la zona, que le fue requerido por un militar norteamericano. El periodista consultó al juez instructor, que se encontraba en aquel lugar, y éste le aconsejó que lo hiciera, para evitar un conflicto. El redactor gráfico hizo más fotos posteriormente.

La corporación, reunida en pleno, acordó por unanimidad enviar sendos telegramas a los ministros de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y de Defensa, Narcís Serra, reprobando la actitud de los oficiales norteamericanos y exigiendo responsabilidades. El Ayuntamiento solicita asimismo la información precisa sobre el alcance de los posibles efectos del siniestro, al haber observado algunos vecinos de la localidad diverso material bélico -supuestamente desprendido del avión- en el lugar del accidente.

Campo de tiro

El aparato se estrelló, según datos no confirmados aún, a causa del impacto recibido por un ave de gran tamaño.Algunos testigos presenciales indicaron que el avión se precipitó a tierra envuelto en llamas. Su piloto, el teniente Mayer, de 25 años, pudo lanzarse en paracaídas y resultó ileso.

El F-16 regresaba, en compañía de otros dos aparatos, del campo de tiro de Las Bardenas y se dirigía a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Los tripulantes de otro avión de las fuerzas norteamericanas rescataron al piloto, y ayer fueron recogidos los restos del aparato, que quedaron esparcidos en un área de unos 200 metros, y trasladados a Madrid.

Bombas inertes

Fuentes de la investigación han señalado que el avión no portaba material explosivo, sino tan sólo alguna bomba inerte de las usadas en ejercicios de tiro para señalar con humo el blanco.Dichas fuentes precisaron que aunque se baraja la hipótesis de que el accidente fuera provocado por un ave, posiblemente un buitre, no se podrán ofrecer datos concretos hasta que se analice la caja negra, recogida en el lugar del suceso.

Un testigo, que se encontraba buscando setas cerca del lugar donde se produjo el accidente y fue el primero en socorrer al piloto, manifestó ayer al centro regional de TVE en Aragón que el militar norteamericano le había dicho que se apartara de la zona pues podía haber peligro.

Éste es el segundo avión F-16 de las fuerzas aéreas norteamericanas que se estrella en Aragón; el otro accidente se produjo en la provincia de Teruel el 25 de junio de 1984, y en esa ocasión pereció el piloto.