Atropellado en Lyón un operador francés de TVE

Las jornadas francesas del papa Juan Pablo II, que acabarán esta tarde en Lyón, han transcurrido hasta ahora, a pesar de las profecías pesimistas de atentados contra su persona, sin más sorpresas que el robo de unas mechas para detonadores -y quizá de algunos explosivos- en las obras de una autopista, lo que puso en estado de alarma a la policía, y el accidente sufrido por el operador francés Richard Lalou, que trabaja para el corresponsal de Televisión Española Javier Pérez Pellón.Lalou, de 30 años, resultó herido gravemente en la mañana de ayer al ser atropellado por una furgoneta, conducida por un japonés, delante de la sala de prensa, en Rue Claude Bernard. Acababa de regresar de la ciudad de Ars con Pérez Pellón.

Mientras éste se encontraba en la sala de prensa, Lalou se fue al coche a cambiar una cámara que no le había funcionado bien. Al regresar con la nueva, fue atropellado de forma espectacular.

Lalou sufre múltiples lesiones en el costado y los pulmones y la rotura de la pelvis.

Por otra parte, el robo de mechas para detonadores ocurrió en la noche del domingo en la obra de la autopista Ginebra-Lyón en Saint-Germain-de-Joux en Ain, a mitad de camino entre Ars, Annecy y Lyón, tres lugares visitados por el Papa.

Tres jóvenes, después de haber tomado como rehenes a los dos guardias de la obra, robaron el material, mientras afirmaban que pertenecían a la organización extremista de izquierda Acción Directa y que iban a organizar un atentado contra el papa Juan Pablo II, aunque la policía no lo cree.