90.000 insolventes
Desde 1980 a mayo de 1986 -en menos de cinco años y medio- algo más de 90.000 empresas se declararon insolventes, en suspensión de pagos o en quiebra y las indemnizaciones y salarios de sus trabajadores hubieron de ser abonados por el Fondo de Garantía Salarial. El Fondo pagó en ese período más de 250.000 millones de pesetas, correspondientes a 664.000 indemnizaciones y salarios de tramitación de trabajadores que habían perdido sus puestos de trabajo y cuyas empresas se declaraban incapaces de atender sus demandas.El Fondo de Garantía Salarial tiene dos funciones: hacerse cargo de este tipo de prestaciones en los casos en que las empresas no pueden asumirlas por desaparición, suspensión de pagos, etcétera, y abonar el 40% de las indemnizaciones y tramitaciones por despido improcedente en las empresas con plantillas de menos de 25 trabajadores.
A partir de la reforma del Estatuto de los Trabajadores se abonan las indemnizaciones y salarios correspondientes a los expedientes de regulación de empleo en empresas de menos de 25 trabajadores.
Por la primera de sus funciones, el Fondo de Garantía Salarial abonó desde 1980 unos 250.000 millones de pesetas por la insolvencia de más de 90.000 empresas y destinó otros 35.000 millones a pagar el 45%. de las indemnizaciones y salarios de tramitación -los salarios generados desde que se anuncia el despido hasta que falla Magistratura o se resuelve el expediente de regulación de empleo- de 121.000 trabajadores despedidos de otras 65.000 empresas pequeñas.
Aunque a lo largo de 1985 las cantidades abonadas por el Fondo parecieron remitir -en ese año se pagaron 47.905 millones de pesetas frente a 65.704 en 1984-, en los cinco primeros meses de 1986 se habían satisfecho ya 30.000 millones, 3.500 más que en el mismo período del año anterior.
