Elecciones parciales en Turquía con pronóstico derechista
Hoy se celebran en Turquía los comicios más libres de los convocados desde el golpe militar de 1980. Se trata de unas elecciones parciales en las que tres de los 20 millones de electores cubrirán 11 de los 400 escaños de que consta el Parlamento. Se votará en cuatro de las ciudades más importantes de este país de 50 millones de habitantes, Estambul, Ankara, Izmir y Sansum.Los últimos sondeos publicados por el diario Hurriyet, de gran tirada, prevén que la derecha gubernamental del primer ministro, Turgut Ozal, se llevará entre seis y ocho escaños.
La muestra es suficiente para revelar quién manda en el favor popular, a tres años de distancia de las primeras elecciones, celebradas en 1983 bajo fuerte condicionamiento militar. En ellas, el Partido de la Madre Patria obtuvo 231 escaños.
Las medidas monetaristas aplicadas en la economía por el primer ministro, Turgut Ozal, están privando a su formación política del apoyo de muchos de quienes vieron en él un mal menor, tras el caos pregolpista y la posterior dictadura militar.
Hoy Turquía llarna a la puerta del Mercado Común con un salario mínimo de unas 8.000 pesetas y una renta per cápita de 1.000 dólares.
Bulent Ecevit, líder histórico de la Izquierda Socialdemócrata, y Soleiman Demirel, de la derecha, siguen privados del derecho a participar en la vida política del país hasta 1992, aunque desafían a menudo con sus intervenciones públicas a un poder que hace la vista gorda. La nueva socialdemocracia de Erdal Inonu (84 diputados) cuenta con el visto bueno del presidente Evren, y con el odio abierto de Bulent Ecevit.
Reconocido por la Internacional Socialista, Ecevit ha reconstiltuido un grupo de izquierda, el Partido de Izquierda Dernocrática (cinco diputados), bajo la tapadera presidencial de su esposa. Acusa de oportunismo a los nuevos socialistas y exige que lo acepten como líder en la sombra, hasta que se logre cambiar la Constitución otorgada por los militares y se restauren sus derechos.
Por su parte, la derecha prohibida de Soleiman Demirel, apodado El Magnífico por parte del campesinado y la clase media, se sabe fuerte en provincias, un feudo que, según los sondeos, no ha logrado arrebatarle su antiguo consejero económico, Turgut Ozal.
