La tercera derrota consecutiva coloca a Kasparov en difícil situación
El campeón mundial de ajedrez, Gari Kasparov, de 23 años, se encuentra en el momento más difícil de su carrera tras perder tres partidas consecutivas en la revancha frente al ex campeón Anatoli Karpov, de 35 años. Como se esperaba, Kasparov abandonó ayer, por teléfono, la decimonovena partida, aplazada el miércoles con ventaja decisiva para el ex campeón, que juega hoy con negras la vigésima de las 24 previstas. El marcador señala un empate a 9,5.
La inmadurez del campeón, su temperamento agresivo y las presiones que se ejercen sobre él desde fuera del tablero han sido perfectamente aprovechadas por un indestructible Karpov, al que todos daban por perdido hace 10 días. "Esto es muy bueno para el ajedrez y terrible para Kasparov", se comentó ayer en la sala de Prensa.La incertidumbre rodea ahora el encuentro, debido al hundimiento del campeón, que nunca había perdido tres partidas seguidas desde que debutó en competiciones internacionales. El ajedrez es una actividad individual, en la que rara vez se puede culpar de la derrota a los compañeros de equipo o a la mala suerte. Estas características, unidas a la tremenda tensión nerviosa que soportan los jugadores durante cinco horas en absoluto silencio, hacen que la pérdida de una partida sea particularmente dolorosa para quien la sufre. Si esta sensación se triplica en menos de una semana, son necesarios unos nervios de acero para superar la situación.
En este dramático momento para el campeón, puede ser fundamental la intervención de Clara Kasparova, que desde la infancia de su hijo lo guió con mano firme hasta la cima del ajedrez mundial. Ella es la única persona capaz de persuadir a Kasparov de que olvide todas las intrigas y conflictos que rodean el campeonato del mundo y se siente hoy ante el tablero con la misma predisposición positiva que el pasado 28 de julio, cuando se jugó la primera partida en Londres. Pero los especialistas insisten en que el grave momento de crisis de Kasparov tras las últimas derrotas puede hacerle perder un mundial que poco antes parecía tener al alcance de su mano.Agresividad natural
Es cierto que la agresividad natural de Kasparov y su afán por crear nuevas ideas en cada partida han influido en el brusco cambio del marcador. Pero estos factores constituyen un suelo mojado sobre el que ha llovido mucho últimamente. En el primer encuentro frente a Karpov, éste se equivocó cuando iba ganiando por 5-0 y decidió no correr ningún riesgo para intentar ganar por 6-0. Fue un error, porque se jugaba sin límite de partidas, lo que permitió que Kasparov basara su recuperación en el agotamiento del rival.
Esta vez el encuentro tiene un número limitado de partidas, lo que hubiera obligado a Karpov a correr riesgos para remontar los tres puntos de desventaja que tuvo en el marcador. Pero Kasparov le facilitó el trabajo al busciar la victoria en cada partida en su obsesivo afán por humillar al ex campeón, y ahora lo está pagando con tres derrotas que le colocan en difícil situación frente a Karpov.Campaña electoral
Por otra parte, uno de los principales argumentos del brasileño Lincoln Lucena para optar a la presidencia de la FIDE es el apoyo del campeón mundial. El triunfo de Lucena sobre Campomanes sería difícil en cualquier caso, pero si Kasparov pierde, los millones de pesetas invertidos hasta ahora en la campaña electoral caerían en saco roto.
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