Más de 100 ex 'etarras' condenan tras una asamblea el asesinato de 'Yoyes'

Más de 100 antiguos activistas de las distintas ramas de ETA suscribieron ayer un documento, aprobado en una reunión celebrada en San Sebastián, en el que. condenan "sin paliativos" el asesinato de María Dolores González Cataráin, Yoyes, perpetrado el pasado 10 de septiembre en Ordizia (Guipúzcoa) por ETA Militar, y advierten a sus autores que quizá están buscando más enemigos de los que pueden digerir. Los promotores del manifiesto, que confían en alcanzar 600 firmas de ex etarras en los próximos días, aseguran que ningún tipo de amenaza, por acreditada que esté la vesania de quien la, haga, modificará su actual posición.

La asamblea celebrada ayer es la primera que reúne a representantes de una parte, considerable de los militantes de diversas tendencias que han abandonado ETA en los últimos años, desde la cárcel o regresando del exilio. La reunión se celebró a puerta cerrada en un local universitario de San Sebastián. Participaron más de 30 personas en representación de 126 antiguos miembros de ETA Político-mílitar y ETA Militar. Una delegación de los 170 ex poli-milis de la autodisuelta VII Asamblea no quiso entrar a la reunión al advertir la presencia de informadores en el acceso a la sala, aunque expresó la disposición de este colectivo a suscribir el manifiesto, según los promotores de la asamblea.Los antiguos activistas acordaron mostrar su solidaridad con la comisión ole vecinos de Ordizia que prepara un gran festival de homenaje a Yoyes y apoyar con su trabajo esta iniciativa ciudadana. La comisión promotora del acto en memoria de María Dolores González Cataráin tiene también la intención de presentar al pleno de la corporación municipal una moción solicitando la dedicatoria de una calle de la villa guipuzcoana a la antigua dirigente de ETA asesinada.

El manifiesto difundido tras la asamblea de ayer afirma que "ETA Militar ha dado un paso de gigante en su imparable proceso de divorcio de los intereses del pueblo vasco". El asesinato de Yoyes, y el intento adicional de manchar su memoria, constituye para los firmantes una muestra de la degradación a que se puede llegar. En una transparente alusión a Herri Batasuna, se califica de hipócrita la actitud de una determinada fuerza política "que colabora en esta despreciable labor".

Los ex etarras rechazan los argumentos expuestos por ETA en el comunicado que reivindicaba la autoría del atentado contra González Cataráin y afirman que el pueblo trabajador vasco, al que obsesivamente alude aquella organización, "no se sintió agredido sino aliviado por la decisión de Yoyes de volver a Euskadi" porque la actitud de ésta se encuentra en perfecta sintonía con la vía pacífica escogida por la abrumadora mayoría de los vascos para defender sus aspiraciones políticas.

Decisión libre

Los antiguos etarras recuerdan que tomaron libremente la decisión de defender con las armas en la mano la libertad y la soberanía de Euskadi y reclaman "el derecho a disponer de la misma libertad" para adaptarse a las nuevas circunstancias sociopolíticas sin renunciar a sus reivindicaciones.

Se pide también una agilización de los trámites de excarcelación para aquellos compañeros que se han acogido a las medidas de reinserción social y aguardan el indulto, en algunos casos desde hace casi tres años. Los antiguos etarras critican la cicatería del partido en el Gobierno en la atención a los derechos históricos del País Vasco y su "ramalazo autoritario" en lo que se refiere a las libertades públicas. Piden también la inmediata derogación de la ley antiterrorista porque, a su juicio, conculca las libertades individuales y genera la práctica de torturas.

Los ex etarras presentes o representados en la asamblea no han renunciado a reivindicar para Euskadi el derecho de autodeterminación, indica el manifiesto, pero consideran que un desarrollo en profundidad del autogobierno puede contribuir a dar satisfacción a los agravios históricos, que se encuentran en el origen del problema.

La iniciativa de la asamblea y de la redacción del manifiesto partió de ex activistas de ETA que se acogieron a las vías de reinserción social mediante la iniciativa del político del Partido Nacionalista Vasco Joseba Azkárraga, y del Defensor del Pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez. Más tarde la idea contó con el apoyo de los antiguos miembros de la VII Asamblea de ETA Pm.