Baja histórica en la Bolsa de Tokio, tras meses de subida ininterrumpida

La Bolsa de Tokio sufrió ayer un serio revés, al registrarse una baja histórica de 637,33 puntos en el índice Nikkei, que reúne a 225 de los valores más representativos, en un movimiento que los expertos vinculan a las bajas registradas durante el pasado viernes en la bolsa neoyorquina de Wall Street. La bolsa cerró ayer en Tokio a 17.463,19 puntos.La baja de ayer, martes (la Bolsa de Tokio permaneció cerrada el pasado lunes por ser día festivo en Japón), hay que sumarla a la pérdida del último viernes, que registró un descenso de 4150,35 puntos, sumando en dos días una baja sin precedentes de 1.098 puntos.

Ante tal movimiento a la baja, en un mercado cuya característica en los últimos meses ha sido la casi constante subida de valores, en un clima de euforia, el gobernador del Banco de Japón, Satoshi Sumita, advirtió ayer del carácter excesivamente especulativo de la Bolsa nipona, debido en parte a la baja de los tipos de interés bancarios, que ha provocado que multitud de pequeños ahorradores, que normalmente colocan su dinero en cuentas de ahorro, hayan retirado sus fondos para invertirlos en bolsa con la esperanza de alcanzar mayores rentabilidades.

Satoshi Sumita repitió que Japón no bajará más sus tipos de interés (actualmente situado en el 3,5%), mientras que algunos expertos valoran la actual situación como un fuerte movimiento correctivo, después de las considerables subidas de los últimos meses.

Algunos analistas, al tratar de explicar el actual momento bajista, señalan que el mercado de valores refleja la nueva tendencia al alza en los precios del petróleo; la incertidumbre en la relación de cotización entre el dólar y el yen, y la especulación en una nueva baja de los tipos de interés en los principales países industrializados.

Otra interpretación en el movimiento a la baja en las cotizaciones bursátiles en Tokio es que la Bolsa de Tokio sigue íntimamente ligada a la marcha de la Bolsa de Wall Street y que, a pesar de la buena salud de la economía japonesa (con superávit de balanza de pagos y como nuevo centro de mercado de capitales), la economía estadounidense continúa ejerciendo, para bien o para mal, el papel de locomotora de la economía mundial.