ETA se adjudica el atentado de Barcelona que fue reivindicado por Terra Lliure

La organización terrorista ETA se responsabilizó anoche del atentado con coche bomba del pasado fin de semana a un microbús de la Guardia Civil en el barrio barcelonés del Poblenou. La forma cómo se ha hecho la reivindicación y los canales informativos utilizados dan plena credibilidad al comunicado. Además, el anónimo comunicante aportó detalles que concuerdan con las investigaciones policiales en curso, como es el hecho de que el automóvil utilizado hubiera sido robado por miembros de la organización, a punta de pistola, en la localidad guipuzcoana de Lasarte. Igualmente despeja la duda de la marca del vehículo en donde se colocaron los explosivos, un Seat 124, que en un primer momento se confundió con un Renault 11.Se da la circunstancia de que el mismo atentado había sido reivindicado en la noche del domingo por la organización independentista catalana Terra Lliure en una llamada a la emisora Cataluña Radio, dependiente de la Generalitat. Este grupo manifestó en llamada telefónica que este atentado suponía "un salto cualitativo en las acciones de la organización" y que era una prueba de su oposición a la celebración en Barcelona de los Juegos Olímpicos de 1992. En un posterior comunicado a la misma emisora un comunicante que dijo hablar en nombre de Terra Lliure señaló que "no querían provocar rnuertes" y que era una aviso al Gobierno central de que puede hacer atentados importantes.

La policía estuvo ayer trabajando sobre la hipótesis de que la autora del atentado hubiera sido ETA, no dando demasiada importancia a la reivindicación de Terra Lliure.

El número del bastidor permitió comprobar la marca del coche, que había sido vendido en el País Vasco y cuyo propietario había denunciado su sustracción el día 9 de mayo pasado. La verdadera matrícula era SS-6267-U. El automóvil contenía unos 20 kilos de trinitrotolueno (TNT).

Entre las actividades de ETAm en Cataluña destaca un atentado fustrado contra un microbús militar en el que viajaban oficiales del Ejército de Tierra el 1 de de abril de 1982, en Barcelona. Ese día un comando de la organización terrorista vasca disparó una granada PG de fabricación soviética, que erró el blanco y, sin llegar a causar explosión, penetró en el interior de una vivienda.

Tras la Diada, fianzas elevadas

Por otra parte, el titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, Pedro Martín, fijó ayer fianzas individuales de un millón de pesetas para 17 de los 32 detenidos a causa de los incidentes de la Diada. Los detenidos que no puedan hacer efectiva esta caritidad ingresarán en prisión. A media tarde de ayer ya se habían depositado cinco de las fianzas.El juez explicó que ha fijado la fianza atendiendo a la gravedad de los hechos, que reside en el lanzamiento de cócteles Molotov contra el Gobierno Civil de Barcelona. También señaló que los detenidos están acusados de atentado contra la autoridad y desórdenes públicos, aunque no existen acusaciones concretas hacia cada persona, en contra de lo manifestado por la policía.