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Un cabo de la Policía Nacional, acusado de matar a una mujer y herir a otra

Un cabo primero de la Policía Nacional, cuya identidad corresponde a las iniciales O. G. F., según la información facilitada por la Jefatura Superior de Policía de Madrid, fue detenido en la madrugada de ayer como presunto autor de la muerte de una mujer y de herir de gravedad a otra, al disparar sobre un coche en el cruce de las calles de Puerta Cerrada y Latoneros, en la zona centro de Madrid. Un coche patrulla trasladó al detenido, que iba de paisano y presentaba síntomas de embriaguez, a una casa de socorro para someterlo a la prueba de alcoholemia. El resultado de este análisis aún no ha sido comunicado, según las mismas fuentes oficiales.

Matilde Gómez Quiñones, de 33 años de edad, resultó muerta, y Begoña Álvarez García, de 36 años, herida de gravedad por uno de los disparos que realizó ayer contra el coche ocupado por ambas mujeres el cabo primero de la Policía Nacional 0. G. F., de 42 años de edad.El suceso se produjo a las 2.15 de ayer en el cruce de las calles de Puerta Cerrada y Latoneros, de Madrid. Según la información oficial facilitada, ambas mujeres, en compañía de sus novios, después de cenar en un restaurante de la zona Centro se dirigieron a sacar dinero a un cajero automático en la calle de Puerta Cerrada. Detuvieron el coche en la acera opuesta y, con excepción de Begoña, que conducía el coche, se apearon los demás.

Una vez obtenido el dinero, los tres jóvenes regresaron al coche, y nada más emprender la marcha escucharon dos detonaciones. Los hombres se dieron cuenta inmediatamente de que Matilde, sentada en el asiento trasero derecho, había resultado gravemente herida, y que Begoña perdía el control del vehículo. El novio de Begoña detuvo el coche por medio del freno de mano.

Los acompañantes de las mujeres heridas sospecharon que el autor de los disparos había sido un hombre al que habían visto un momento antes apoyado en una pared, con aspecto de embriagado, que portaba una pequeña bolsa de mano, si bien no observaron que llevase ninguna arma.

Mientras uno de los jóvenes, ayudado por varios transeúntes, trasladaba a las dos mujeres a un centro sanitario, el otro se dirigió a la calle de Toledo, donde encontró un coche patrulla de Seguridad Ciudadana a cuya dotación dio cuenta de lo ocurrido. Acompañó a los agentes en la búsqueda del agresor, que fue detenido en esta misma calle, frente a la catedral de San Isidro.

Al presunto homicida se le intervino una pistola Star Parabellum, calibre 9, cargada con cuatro proyectiles. En el lugar del suceso la policía recogió otras tantas vainas de igual calibre.

El coche, un Seat Ritmo sobre el que disparó O. G., presentaba un orificio de bala en la puerta trasera derecha y otro en la parte baja, junto al parachoques. El primer proyectil alcanzó a Matilde y en la continuación de su trayectoria atravesó el reposa-cabezas del asiento del conductor e hirió a Begoña en el cuello, según informó la policía.

La misma fuente añade que el cabo primero presentaba síntomas de embriaguez y fue trasladado a una casa de socorro para practicarle la prueba de la alcoholemia, cuyo resultado no había sido remitido por ese centro a la Jefatura Superior de Policía al dar esta información.

El novio de Begoña ratificó ayer por la tarde a este periódico la referida versión de los hechos, mientras se encontraba en la clínica ICE, de Sanitas, en la calle de San Bernardo, a la espera del resultado de la operación quirúrgica que le fue practicada a la mujer. Begoña Álvarez salió del quirófano a las 17.30 y su estado continuaba siendo grave, según precisó su novio, que no quiso aportar más información.

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