La 'cumbre' Peres-Mubarak se celebra hoy en Alejandría tras llegar a un acuerdo sobre Taba

Egipto e Israel llegaron anoche a un acuerdo en las negociaciones sobre el enclave de Taba. Los términos del mismo han sido sometidos esta madrugada a la aprobación del Consejo de Ministros egipcio, reunido en sesión extraordinaria. Al término de la reunión de los negociadores, el director general del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, David Kimche, informó de que la cumbre entre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el primer ministro israelí, Simón Peres -que El Cairo condicionaba a este acuerdo-, se celebrará hoy en Alejandría.

Tanto Peres como el presidente egipcio afirmaban desear la celebración de la cumbre, pero ninguno de ellos podía ocultar sus preocupaciones al respecto.Mubarak necesita que se celebre la reunión para gariarse la simpatía de la opinión pública norteamericana antes de su llegada a Washington para entrevistarse con el presidente Ronald Reagan. Egipto, que sufre una crisis económica sin precedentes, precisa urgenteniente asistencia financiera suplementaria y renegociar su deuda con los bancos norteamericanos. Pero celebrar una reunión con el primer ministro de Israel sin tener la seguridad de que Peres dé un paso decisivo a favor de los palestinos encierra también riesgos para Mubarak.

Para Simón Peres, también la cumbre es problemática, porque su entrevista con Mubarak, si bien corona sus esfuerzos de paz, se produce en unos momentos en que la matanza de la sinagoga de Estambul ha reforzado los sentimientos antiárabes y, sobre todo, antipalestinos entre la población israelí, reduciendo el margen de maniobra de la política del primer ministro.

Éste no parece el clima más propicio -exacerbado por los discursos duros de los dirigentes del Likud Isaac Shamir y Ariel Sharon- para hacer concesiones a los palestinos, en nombre de los cuales se acaba de asesinar a 23 judíos mientras rezaban.

¿Estarán, por tanto, las conversaciones de Alejandría destinadas al fracaso? En medios cercanos a Peres se considera que no.

Parece evidente que Peres no aceptará negociar con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), ni tampoco reconocerá el derecho de audeterminación nacional de los palestinos, es decir, su derecho a tener un Estado independiente.

Sin embargo, Peres dirá a Hosni Mubarak que está dispuesto a entablar negociaciones con una delegación jordano-palestina, a condción de que los miembros palestinos no sean personalidades conocidas de la OLP.

Esta negociación podrá ser emprendida bajo los auspicios de un foro internacional en el que participe la Unión Soviética, a condición de que Moscú restablezca las relaciones diplornáticas con Israel.

Las grandes potericias, dirá también Peres, inaugurarán la conferencia de paz y después se retirarán de la negociación propiamente dicha, que tiene que ser llevada directamente entre Israel y los árabes. La negociación podrá ser desarrollada en tres subgrupos regionales: Israel con una delegación jordano-palestina, Israel con Siria y, finalmente, Israel con Líbano.

Simón Peres señalará también que es preciso fijar ahora las modalidades de esta negociación sin retrasos. Una vez que haya comenzado el proceso negociador, será muy difícil para Shamir sabotear una negociación de paz.