El Rastro mantendrá su imagen actual al no lograrse construir un aparcamiento en Cascorro
El popular Rastro no será dividido, al no haberse presentado ninguna empresa al concurso para adjudicar las obras de un aparcamiento para residentes en la plaza de Cascorro. Ello obligará a reconsiderar la construcción de este aparcamiento y tranquilizará a más de 2.000 vecinos que habían expresado su preocupación ante la posibilidad de que 1.400 puestos del Rastro se trasladaran a Legazpi durante el año que iban a durar las obras.
El plazo del concurso terminó el pasado lunes sin que ninguna empresa decidiera optar a realizar las obras de un aparcamiento que provocó una polémica desde el momento en que, a principios del pasado mes de marzo, Miguel Lara, concejal del distrito de Centro, anunció su creación. Según informó entonces Lara, el proyecto era crear un estacionamiento subterráneo para residentes y comerciantes bajo la plaza de Cascorro y convertir la Ribera de Curtidores en via para peatones.La realización de este aparcamiento, según las previsiones, obligaba a trasladar 1.400 puestos del Rastro a la zona de Legazpi con el fin de dejar expedita la zona durante cerca del año que previsiblemente iban a durar las obras. El anuncio de este traslado provocó la protesta de los vendedores ambulantes, cuyos representantes afirmaron entonces que el traslado de puestos podría terminar incluso con el tradicional mercadillo.
Según informó Valentín Medel, presidente de lajunta de Arganzuela y concejal responsable del área de Circulación y Transportes, área de la que dependen los aparcamientos para residentes, una semana después de hacerse públicas las declaraciones de Lara se recibieron más de 2.000 firmas de vecinos de Legazpi expresando su preocupación por este posible traslado. "No entro ni salgo en este tema, pues oficialmente no se le ha planteado a esta junta la posibilidad de trasladar parte del Rastro a Legazpi", manifestó.
A estas protestas se unieron las de los técnicos que trabajan en la rehabilitación de viviendas en la zona centro. Según avisaron, a causa de la estructura del terreno, las obras del aparcamiento podían producir problemas importantes en el asentamiento de las fincas que rodean la plaza. Este hecho y la posibilidad de encontrar obstáculos no previstos en el subsuelo de una zona como la de Cascorro parece haber sido la causa del desinterés de las empresas constructoras, conocedoras de que el precio de las 300 plazas previstas aumentaría en ese caso, con el consiguiente retraimiento de los interesados.
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