Excepto los nadadores

Todo el mundo se hace cruces con el tremendo ridículo que estamos haciendo en los Campeonatos del Mundo de Natación que se celebran este año en nuestro país. Excepto los nadadores. A los que llevamos algunos o muchos años sufriendo el maltrato permanente al que se somete a este deporte en nuestro país no nos extraña en absoluto el papel mojado que están haciendo nuestras selecciones acuáticas en todas las piletas. Y no se trata de ganar medallas, que sólo es un aspecto lúdico y lucido de la cuestión (la lucha es contra el cronómetro en las pruebas de estilos, a favor de la belleza en las de saltos y natación, sincronizada, y el polo acuático es un juego), sino de competir con una cierta dignidad en un nivel similar al de los demás. Imposible, al menos en Castilla. Me explico.Del tiempo en que fui nadador y waterpolista sólo diré que aprendí a nadar con una cierta corrección el estilo mariposa gracias a que vino a competir a Madrid en un torneo Seis Naciones el nadador galés Woodrofe. Todo un alucine: los nadadores podían entrar a presenciar las pruebas sin pagar entrada. A cualquier nadador le costará aprender observando los actuales campeonatos entre 700 pesetas y 1.800 por sesión, según se trate de eliminatorias o finales. Algunos políticos y nadadores tienen derecho a invitaciones; los nadadores, no.

He ejercido como profesor de natación entre 1969 y 1978 en los cursillos municipales del Ayuntamiento de Madrid. Creo recordar que el sueldo era de unas 20.000 pesetas por mes, pero no lo puedo puntualizar con certeza porque jamás recibí una nómina. Y la situación permanece idéntica para los que ahora realizan esta labor.

En 1976 fundé con otros compañeros y padres de nadadores el Club Natación Cuatro Caminos. Durante el estío, los nadadores podían entrenar en el polideportivo Francos Rodríguez, que está ubicado en el popular barrio madrileño del que ha tomado nombre el club, y durante el invierno nos dieron dos calles en una pileta de 25 metros en el polideportivo de Aluche. ¡A 15 kilómetros y hora y media de metro del barrio! El chaval que no se aburrió el primer mes no tardó mucho más en dejar de acudir a los entrenamientos.

Después de lo arriba expuesto, a todos les extrañará que dé mis más sinceras felicitaciones a Manuel Privado y al resto de los entrenadores de las diferentes modalidades de natación por el buen nivel que se ha obtenido en estos campeonatos si lo ponemos en relación con los medios, mejor mínimos, con que siempre ha contado este deporte. Excepto a los nadadores-