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Del miedo a la felicitación del campeón

Jorge Martínez Salvadores, más conocido como Aspar, alcanzó ayer la cima de un piloto. Mientras Pierpaolo Bianchi, uno de los veteranos del circo, se colocaba la corona de laurel, él celebraba sobre el cajón del segundo su primer título del mundo. Y lo hacía rodeado de gente que está harta de ganar. Es decir, de Derbi -cinco veces campeona del mundo de velocidad, seis veces subcampeona y 29 veces campeona de España- y de Ángel Nieto, ese maravilloso campeón con 13 títulos del mundo, que aprovechó la ocasión y las palabras de Aspar -"este título es de todos"- para anunciar que "ya tengo 14 títulos del mundo y por fin, puedo sacarme de encima ese gafe del 12+1".En los papeles que Derbi entregó a principios de temporada la hoja en la que se daban unos datos de Aspar decía así: "Nacido en Alcira (Valencia), el 29 de agosto de 1962. Ambiciones: ser campeón del mundo". Para conseguir ese título, Derbi formó un equipo que ha completado una extraordinaria temporada que puede redondearse, el próximo 7 de septiembre, con el subcampeonato de Manuel Champi Herreros en el segundo Gran Premio de Alemania. Los dos jóvenes estaban arropados por Ángel Nieto.

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Pero lo que nunca contará Derbi, ni Nieto, ni siquiera Aspar, es que la fábrica de Mollet contó con el campeonísimo para ganar el Mundial. Durante los primeros grandes premios no hubo consignas. Había que demostrar que se era más fuerte que el compañero, entonces rival, para contar con el favor del equipo. La primera prueba, el Gran Premio de España en el Jarama, ya fue una muestra. Aspar, Nieto y Herreros coparon el podio. Al final, Aspar demostró ser el más regular, el más rápido, el mejor candidato al título y, una vez consolidado su liderazgo, todos le sirvieron. Incluido el mismísimo Ángel Nieto.

Aspar tampoco lo dirá, pero ha corrido todo el año con un mal recuerdo, con un miedo. El que le entró en el cuerpo un día, en Gandía, cuando se disputó la primera carrera del campeonato de España, pocas semanas antes de que se iniciara este Mundial. Aquel día, Aspar partió en cabeza, pero se cayó. Y perdió. Detrás estaba Nieto. Poco después, Aspar reconocería que "he de confesar que Ángel aún hoy magnetiza antes de las carreras. Aprovecha impecable y hábilmente su condición de mito del motociclismo y es capaz de desconcertarme tan sólo haciendo declaraciones en la prensa días antes de la carrera. Le admiro y le respeto, pero tengo que olvidarlo. Quiero ser campeón del mundo".

Ayer, en Misano, con Televisión Española transmitiendo en directo -"yo he ganado títulos mundiales estando totalmente solo", comentó Nieto-, Aspar y Nieto lloraron juntos. "Yo no le he dado nada. Jorge tiene mucha clase, es inteligente, ha aprendido rápido, sabe correr. Sólo le pido que, a partir de ahora, piense lo que hace. Está en una gran marca y tiene un futuro maravilloso".

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