La expulsión de la junta de Vitoria del PNV acelerael proceso de escisión entre los nacionalistas vascos

La decisión del tribunal nacional del Partido Nacionalista Vasco (PNV) sobre los tres expedientes abiertos al ex lehendakari Carlos Garaikoetxea y la reacción de la organización guipuzcoana del partido ante los últimos episodios de la crisis nacionalista serán las piedras de toque para la creación de un nuevo partido nacionalista en el País Vasco. Las declaraciones públicas de miembros del PNV en Álava, tras la expulsión de la junta de Vitoria, hacen referencia a una "nueva organización política esencialmente nacionalista". Mientras tanto, uno de los miembros del tribunal nacional del PNV ha puesto en duda la actuación del máximo órgano de justicia del partido.

El inminente pronunciamiento del tribunal nacional sobre las tres denuncias presentadas contra Carlos Garaikoetxea puede ser la señal inequívoca para la creación de un nuevo partido nacionalista, según afirman personas vínculadas al sector crítico del PNV. El propio ex lendakari calificó de "purga" la expulsión de la dirección vitoriana del Partido Nacionalista Vasco y afirmó que "no contribuye en nada a solucionar la crisis, sino que la agrava de modo irreversible".Las declaraciones de Garaikoetxea fueron menos tajantes que las realizadas ayer por los miembros de la junta municipal expulsada. Estos afirmaron en conferencia de prensa que, en la reunión que celebrarán próximamente con los afiliados al PNV en Vitoria, "es posible que se sienten ya las bases de una nueva alternativa política". Los dirigentes nacionalistas expulsados manifestaron que esa nueva organización política "tendría como objetivo la liberación nacional y social de Euskadi" y sería "profundamente nacionalista, sabiniana, progresista y democrática".

El alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda, personalidad destacada en el grupo de los críticos, afirmó que no descarta "la creación de una nueva alternativa nacionalista" y que está "dispuesto a correr la misma suerte que sus compañeros".

Estas declaraciones tienen relación con otras efectuadas por el portavoz oficial del PNV, Xabier Aguirre, quien, al término de la reunión que mantuvo la dirección nacional el pasado miércoles, declaró que "estas medidas dolorosas que ha habido que adoptar por parte del tribunal del partido pueden contribuir a que se clarifique el panorama". Aguirre había afirmado previamente: "Llevamos demasiado tiempo desangrándonos con luchas intestinas que resultan absolutamente estériles".

Arzalluz-ETA

La condena formulada por la ejecutiva nacional de las críticas que publicó la dirección guipuzcoana del PNV en tomo a las circunstancias que habían rodeado la mediación de Xabier Arzalluz entre ETA y el Gobierno vasco, es un factor más que añade presión sobre la organización guipuzcoana, cuyo presidente, Markel Izaguirre, ha afirmado repetidas veces: "Nosotros no daremos el paso de ruptura".

Por su parte, el representante de la organización guipuzcoana en el tribunal nacional del PNV, máximo órgano de justicia del partido que gobierna en Euskadi, publicó ayer un artículo en la Prensa del País Vasco en el que afirmaba que no considera válida la expulsión de la junta vitoriana y de su presidente.

José Esnal afirma en su artículo que el tribunal nacional "no puede actuar de oficio, sin una denuncia concreta, y sin mediar esa denuncia se han decretado todas estas expulsiones". Esnal, que ha presentado diversas impugnaciones a la actuación del tribunal ante la asamblea nacional del PNV, afirma que la justicia del partido ha actuado en estos casos cometiendo frecuentes irregularidades.

El representante guipuzcoano anuncia que no ha acudido a las últimas reuniones del tribunal y considera "gravísimo llegar a sancionar, y hasta expulsar, a unos afiliados por dar unas opiniones".

Esnal concluye proponiendo la creación de una comisión de cinco miembros oficialistas y cinco críticos para elaborar una lista de "20, 50 o 100 personas, que debieran dejar sus cargos públicos para encontrar solución a los problemas del partido".

El tribunal nacional del PNV, que ha tomado el protagonismo de la crisis nacionalista en las últimas semanas, carece de normas que regulen sus procesos. Está constituido por cinco personas, de las cuales cuatro son representantes de las organizaciones regionales del partido. El presidente es nombrado por la asamblea nacional.

Los estatutos aprobados en la asamblea del PNV en Pamplona en el año 1977, una especie de acto constitutivo del partido, señalaban que "un reglamento podrá establecer las condiciones de competencia, jurisdicción, etcétera, de cada caso particular". Las posteriores modificaciones de los estatutos del PNV no han añadido nada nuevo a aquella afirmación.