Fritz Lang conquista el Oeste
Uno de los aspectos más sorprendentes de la carrera cinematográfica del director alemán Fritz Lang es que un acreditado maestro del expresionismo como él -autor de leyendas fílmicas como Metrópolis o Los Nibelungos- fuera capaz, en su exilio/ emigración en los Estados Unidos, de adaptar su talento con la misma maestría a un género tan inequívocamente norteamericano como el Western. Esta noche, el filme Encubridora, que emite TVE-2 en el ciclo dedicado a Marlene Dietrich, nos ofrecerá un buen ejemplo de ello, situable junto a otros notables westerns del director; Espíritu de conquista y La venganza de Frank James.Encubridora, no obstante, es más una película de Marlene Dietrich que de Fritz Lang. Fue literalmente hecha para ella y el productor -el legendario Howard Hughes, el mítico multimillonario que se haría más famoso por su misantropía que por su imperio de industrias informáticas, aerospaciales y audiovisuales- puso todos los medios para que el resultado fuera perfecto.
Además de un gran director, Encubridora contó con un extraordinario guionista, Daniel Taradash, que se lució en su trabajo. Y por si fuera poco, la presencia de la estrella quedó reforzada por la de dos excelentes actores, Arthur Kennedy y Mel Ferrer, el primero de los cuales hace una interpretación muy considerable, pese a que no llegue a eclipsar en ningún momento a Dietrich, la auténtica protagonista de Encubridora.
Historia de una venganza
El filme cuenta la historia de una venganza; la venganza de un hombre que se infiltra en un grupo de forajidos para hacerle justicia a su amada, asesinada por un miembro de la banda. En el proceso, el vengador se encuentra con la encubridora, que no es otra que Marlene Dietrich, la reina del salbon, que actúa como tapadera y verdadero jefe de los facinerosos. Cabe recordar el papel, muy similar, que interpretaba Marlene Dietrich en Arizona, otro de los filmes que hemos podido ver en este ciclo dedicado a ella. Pero en esta ocasión, el envoltorio fílmico y el acompañamiento son mejores, si cabe. Y desde luego, Dietrich está espléndida, pese a que cuando se rodó Encubridora, la actriz tenía ya 48 años.
Si bien Fritz Lang tomó con maestría el género del Western, ello no implica que lo hiciese siguiendo las reglas de los norteamericanos. Encubridora (que en un principio iba a llamarse Chuck-a-luck y fue retitulada Rancho Notorious por orden de Howard Hughes, a quien el título original parecía demasiado coloquial y desmerecedor para Marlene Dietrich) es una película sombría, íntima, opresiva, rodada en interiores.
Más que estar realizada en clave de tragedia, Encubridora es una tragedia, una casi desesperanzada y, desde luego, implacable balada sobre el destino de los seres errantes. Y por no faltar, a esta tragedia del Oeste americano no le falta ni el coro: todo el filme está punteado por una canción -la misma canción- que va contando la historia.
Encubridora se emite esta noche, a las 22. 10, por TVE-2.
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