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Tribuna
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LA ELIPSE

11 lunesLos católicos es que no entienden nada. Albert Boadella, ese genio del teatro, el hombre de Els Joglars, parece que removió Zaragoza con su representación de "Los virtuosos de Fontainebleau", con recado de exterminio por parte del arzobispo de la diócesis aragonesa, contra la mofa/ befa que Boadella realizaba so bre la Virgen del Pilar, siempre según los medios y los media partidarios del arzobispo y del Pilar. Como consecuencia de aquella movida, el culto del Pilar, que era una cosa entre zaragozana y nacional, un poco abandonada al calendario, ha vuelto a sus mejores tiempos, aquéllos en que la Virgen no quería ser francesa, sino capitana de la tropa aragonesa. Parece que la Virgen tampoco quiere ser catalana (siempre según las cadenas de ondas y olas en general). Por si todo esto fuera poco, y a mayores, Boade lla ha representado en Valencia "Vicenteta de Favara", función en que torna a befarse rudamente de la religión, secta católica, rama valenciana. Y el Turia, naturalmente, se ha puesto en pie, y Valencia se ha puesto intransita ble de plegarias y beaterios. Lo primero, a uno le parece que Boadella tiene una fijación sadicoanal con la Virgen, como otros la tienen con su madre y otros con una cuñada, una tía o una sobrina. O Reagan con la estatua de la Libertad. O los ingleses con Lady Di. Pero los católicos, ya digo, es que no entienden nada. Boadella está removiendo la Es paña profunda y mariana, está haciendo por el culto español a la Virgen más que el padre Peyton y López Ibor juntos, cuando entonces, con sus rosarios/asamblea. Hay cosas que ya sólo pueden subsistir como respuesta. Albert Boadella le está dando al marianismo nacional una gloriosa ocasión de subsistencia. Boadella a los altares.

13 miércoles

Sería el tiempo, si uno tuviese tiempo, de hacer una sociología de las terrazas. De las terrazas de verano en Madrid. Hay terrazas por todas partes, pero está claro que nos referimos a las de Recoletos/Castellana, que empezó siendo solamente la del Gijón (establecimiento precursor en tantas cosas), a la que luego se añadió la de Teide (sombra alargada y cipresal de Ruano), hasta constituir hoy un doble ferrocarril de terrazas, en ambas orillas de Castellana. Madrid es ya el primer punto de veraneo de España, la playa más snob a orillas de un río impresentable, el Manzanares, que tiene un solo pato, como el Espíritu Santo de Tierno en la tierra o en el agua. Por las chaquetas cortas de cuadros variados, unisex, por los jóvenes ombligos femeninos como margaritas hacia adentro, por el vago orientalismo de toda una juventud, se conoce a los que bajan directamente del barrio de Salamanca, criadero de gente bien, y que han llegado al esnobismo inverso y barroco de veranear en Madrid, porque Marbella queda hortera, con el Kashogui ese. Las fajas negras, de gala, sujetan a los chicos la tripa, cuando aún no tienen nada que sujetar. Otra pasada. Una civilización de oros en la ropa y mucha España faldicorta. Las adolescentes que aún dudan entre Alzaga y Suárez (sentimentalmente, más que políticamente) vienen de minifalda vaquera, que es una especie de democracia cristiana y progre de la indumentaria. La barroca de siempre aparece con la cabeza a lo Carmen Miranda, hecha un almacén de frutas, y con pendientes, colgajos y muñequeras por todas partes. Los cursis a su manera llevan sombrero de paja y pajarita. Hay tres familias so ciológicas a distinguir dentro de cada terraza, o tres familias de terrazas: intelectuales del Gijón/Teide, juventud de Serrano o del barrio de Zurbarán, o sea la derecha festiva, y burguesía madura, galdosiana y desorien tada. que sólo quiere tomar el fresco. Las dos Españas, que son tres.

14 jueves

Lady Diana en España, con un hombro fuera. Para qué más. Uno tiene un corazón de Prensa del corazón.

15 viernes

Segurado ha llamado a Calviño "zarista". Es como si el Zar, qué Zar, hubiese llamado a Segurado comunista.

17 domingo

Hollywood tiene a Walt Disney en un congelador, porque era la imaginación de la casa, y a lo mejor un día se descongela como una pescadilla y vuelve. Nuestro Gobierno tiene a Miguel Boyer en el congelador del Banco Exterior de España, porque es la imaginación monetarista de Milton Friedman, y en el subconsciente de los futuribles está la posibilidad/necesidad, claro, de que Boyer vuelva. Boyer es la conciencia liberal del socialismo, es la conciencia capitalista del reformismo/PSOE, y ha pegado el boyerazo no sólo en el corazón de Isabel Preysler, sino también en Santander, en el corazón de la cultura socialdemócrata. A Pedro Schwartz le ha gustado mucho la conferencia, lo cual ya es un síntoma. Boyer pide más liberalismo, más flexibilidad en el mercado de trabajo, más competitividad del dinero y menos intervención estatal/socialista. Boyer pide más economía de mercado, más reprivatización, más enseñanza "privada" (religiosa, en España), más holgura para el sistema financiero y más fluidez en los impuestos. MB presenta (o amenaza con) todo un programa monetarista/capitalista a dos meses de haber elegido España socialismo por muchos millones de votos. Boyer se está descongelando.

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