La dificultad de salvar presente y futuro

Una visita a las instalaciones principales donde mañana se inician los V Campeonatos Mundiales acuáticos con las primeras competiciones de invitación sincronizada decepciona e impresiona a la vez. Por un lado, da toda la sensación de que las exigencias del aconteci miento han desbordado las previsiones de los organizadores. Pero los últimos detalles que s requieren para la competición no pueden enturbiar la calidad de unas instalaciones de futura gran utilidad pública. El gran reto al que se enfrentan los Mundiales, aparte de lo resultados deportivos, es salvar una organización en el presente con un esfuerzo y unos medios que serán inútiles después. Entonces, la salvación vendrá simplemente si se consigue la máxima utilización de los ciudadanos. Las competiciones serán ya contadas y nunca superiores a las actuales.

El Centro de Natación permite a Madrid, por fin, tener una sede acuática conjunta digna de nivel mundial. Sin embargo, está sufriendo aún, en vísperas de las pruebas, las consecuencias de la falta de coordinación entre los distintos estamentos que tienen intereses en los Mundiales. Ha habido desde huelgas de obreros hasta-olvidos finales. Pero conviene recordar que lo necesario para las próximas dos semanas, imprescindible realmente, o por simple capricho de algún federativo intemacional, sobrará después.

La lástima habitual es que se: deba recurra una vez más a la improvisación hispana. Es lo típico. Lo atípico, y también muy discutible, es que la inauguración, por ejemplo, se celebre en la plaza de toros de Las Ventas con un espectáculo de rejoneo, no precisamente acuático.

El escalonamiento de las cuatro modalidades, además, con el comienzo fuerte, la natación, sólo el próximo domingo, ha producido más relajación aún. Y sin contar con que el mayor problema, insoluble, será la discreción deportiva española.