La policía acaba con el cerco fotográfico al palacio de Marivent
ENVIADA ESPECIAL
La Policía Nacional obligó ayer a abandonar las proximidades del palacio de Marivent a los periodistas que intentaban fotografiar la salida del yate Fortuna, que, como en días anteriores, abandonó el embarcadero de Porto Pí con los Reyes de España y los príncipes de Gales a bordo, poco antes de mediodía.
La zona de la que fueron desalojados los informaderes se encuentra situada aproximadamente un kilómetro frente al embarcadero desde el que zarpa el Fortuna, razón por la cual se había convertido en el punto estratégico para obtener imágenes de las salidas y llegadas de los reales huéspedes de Marivent. De hecho, la mayor parte de las fotografias robadas por los reporteros hasta ayer se había realizado desde allí.
La otra fórmula utilizada por la prensa para averiguar las actividades de los Reyes de España y sus huéspedes británicos, el alquiler de lanchas en las proximidades del Club Náutico, se reveló desde el principio más arriesgada.
El pasado viernes, cinco reporteros británicos cayeron al mar, con sus fabulosos equipos fotográficos encima, cuando intentaban perseguir al Fortuna desde una lancha.
La potencia que es capaz de desarrollar el Fortuna ha permitido al yate real alejarse en unos segundos de los fotógrafos apenas eran avistados por la tripulación.
La jornada de ayer, por lo demás, transcurrió para los príncipes Carlos y Diana de Gales y sus anfitriones en alta mar, mientras los hijos de la pareja británica, Guillermo y Enrique, permanecían, como lo han hecho hasta ahora, en Marivent al cuidado de la niñera británica que ha viajado con ellos hasta Mallorca. Los niños pasan la mayor parte del día en la piscina del palacio y, al parecer, se han aficionado a la costumbre española de la siesta.
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