Arabia Saudí y sus aliados del Golfo bloquean el plan para repartir el petróleo de la OPEP

Arabia Saudí y sus aliados del Golfo -Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar- bloquearon en la sesión de ayer de la 78ª Conferencia de la OPEP la posibilidad de llevar adelante el plan propuesto por Argelia para dar un recorte drástico al actual volumen de producción y repartir las cuotas de manera estable entre sus miembros, como vía para restablecer los precios del crudo, en uno de los momentos más bajos desde el crack de 1973, a los niveles de hace un año.

La única alternativa que queda ahora parece ser la de recuperar el preacuerdo de recorte voluntario de cuotas, apoyado por una decena de países para retirar del mercado algo menos de dos millones de barriles diarios, de los más de 20 que producen en estos momentos. Esta alternativa seguirá siendo estudiada hoy por los ministros de la organización.Asimismo, cobra cuerpo la posiblidad de que se celebre una cumbre extraordinaria entre los jefes de Estado de los países de la OPEP, lo antes posible, aunque sin concretar fecha, para encontrar una salida a la situación. Irán, a través de su ministro, Gholamireza Aghazadeh, dejó claro que no asistirá, en el supuesto de que efectivamente se convoque. Por su parte, el representante argelino, que consideró retirada su propuesta al ver que Arabia Saudí y sus aliados no aceptaban ni con el techo de producción propuesto ni con el reparto porcentual de cuotas, señaló: "no es serio que se pretenda volver ahora a la fórmula de recortes voluntarios". Belkacem Nlabi afirmó que no apoyará esta fórmula, por considerarla insuficiente para conseguir el objetivo de enderezar los precios del crudo.

Libia había mostrado también su disconformidad, al igual que Irán, en tanto que ayer existían todavía serias dudas de que Venezuela no reconsiderara su postura, inicialmente favorable, debido a unas fuertes críticas habidas en el propio país contra la gestión del actual titular de Energía, Hernández Grisanti. El ex ministro de Petróleo venezolano, Manuel Tudela, según noticias procedentes de Caracas, habría afirmado que lo que el país necesita es aumentar la producción en 300.000 barriles más para poder reducir el déficit público, en vez de recortar la producción, como se pretende.

En la discusión sobre el plan argelino, finalmente saldada con fracaso, pues necesitaba el acuerdo mayoritario (a excepción de Irán e Irak que quedarían fuera del proyecto, por considerarse su caso prácticable irresoluble en esta Conferencia), no hubo posibilidad de aproximación de posiciones desde el principio, cuando se partió de unos techos de producción que iban desde las posturas más drásticas, que apuntaban a un tope de 15 millones de barriles, a las más conservadoras, que lo fijaban en 18 millones.