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El Banco de España baja el interés del coeficiente de caja al 8%

El consejo ejecutivo del Banco de España decidió ayer reducir el tipo de interés del tramo remunerado del coeficiente de caja que tienen que cubrir las entidades financieras del 8,5% actual al 8% como consecuencia de la baja del precio de los pagarés del Tesoro que ha tenido lugar en los últimos meses. La decisión del Banco de España se explica por este hecho y por la reducción de los tipos de interés que se viene produciendo en la mayor parte de los países industrializados, así como por el control sobre el crecimiento de la cantidad de dinero en circulación durante el pasado mes de julio.Las instituciones financieras tienen que inmovilizar en el Banco de España el 18% de su pasivo computable. Esta cifra es muy elevada por problemas de control monetario y se divide en dos tramos. El primero de ellos, el 2,5% de los pasivos computables, no recibe remuneración alguna por considerarse que constituyen las reservas técnicas necesarias para garantizar la liquidez de las instituciones financieras. El resto, el 15,5%, se encuentra colocado en el Banco de España, y los bancos y cajas reciben una remuneración que se trata de ajustar a la situación del mercado para que las entidades no tengan que soportan unos menores ingresos de los que podrían obtener en condiciones normales para financiar al Estado.

La remuneración de esta parte del coeficiente de caja alcanzó un máximo del 13,5% en enero de 1984 y desde entonces ha venido reduciéndose a medida, que lo hacía el tipo de interés de las subastas de pagarés del Tesoro. El nuevo tipo que se aplica a partir del próximo lunes es igual al aplicado en enero de 1979, antes de que el déficit del sector público se convirtiera en uno de los problemas básicos de la Administración.

La rebaja de la parte que el Banco de España tiene que pagar a las entidades financieras por mantener cautivo el 15,5% de sus pasivos se enmarca dentro de la baja generalizada de los tipos de interés en los países desarrollados y en la recuperación del control de las magnitudes monetarias durante el pasado mes de julio. Dicho control se debe a las menores necesidades de financiación por parte del sector público, derivadas de los mayores ingresos obtenidos por la aplicación del impuesto sobre el valor añadido, la venta de derivados del petróleo y el mayor ajuste del déficit público.

Ampliar mercados

La autoridad monetaria, con esta decisión, parece apostar claramente por una nueva rebaja en los tipos de interés generales, que debería empezar a tomar cuerpo en la medida en que se conozca de manera oficial la marcha de las cifras de evolución monetaria en el mes de julio. Aunque en la última subasta de pagarés del Tesoro el tipo de interés se elevó ligeramente, ello no significa tensiones alcistas en los mercados, según medios del sector.Por el contrario, se considera que el hecho de que en la práctica se haya mantenido el coste de la emisión indica que los problemas más fuertes han pasado ya. Lo que ocurre es que la baja de tipos de interés tiene que empezar a afectar al resto de los mercados, y no sólo a aquellos en los que participativamente el Estado.

La reducción en medio punto en la parte remunerada del coeficiente de caja afectará de manera negativa a las instituciones financieras, por cuanto que una parte importante de sus activos verá reduicidos los ingresos que proporcionan a las cuentas de resultados. Pero la rebaja en los tipos de interés de los pagarés del Tesoro ha permitido que todas las instituciones financieras forzaran al máximo la rebaja en la remuneración de los depósitos de terceros, lo que ha permitido una notable mejoría en el margen financiero del conjunto de bancos y cajas de ahorro.

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