Chiringuitos
El verano ha llegado al MOPU de la mano de una resolución de 14 de mayo de 1986 de la Dirección General de Puertos y Costas, por la que se convoca él concurso de ideas para la construcción de pequeños establecimientos de comidas y bebidas en playas y lugares costeros de España (BOE de 21 de julio de 1986).La intención y texto de esta resolución se me antojan el ejemplo más reciente del despropósito administrativo, que nadie parece estar dispuesto a evitar, tan plácida y confortablemente instalado entre nosotros como está.
La finalidad que se retende servir es "evitar en lo posible el atentado contra el paisaje y medio ambiente que supone la aparición incontrolada de instalaciones de comidas y bebidas a lo largo de nuestras costas, con construcciones teóricamente desmontables, y por esto se ha tomado la decisión de establecer una serie de modelos indicativos que mejoren las condiciones estéticas y de uso de las instalaciones; elegir una serie de modelos de estos establecimientos que puedan ser desarrollados a nivel proyectual". "El trabajo consistirá en desarrollar a nivel de idea"; el grado del concurso "se desarrollará a nivel de concurso de ideas". Creo que es muestra suficiente para dar idea -no sé a qué nivel- del proyecto, aparte de reflejar su pulida gramática.
El dinero a repartir en premios oscila entre un mínimo de 4.500.000 de pesetas y un máximo de 6.000.000. Ante esto, uno tendría la tentación de calcular, por ejemplo, cuánta grifería de viviendas de protección oficial se podría conseguir con estas sumas, o si no podrían destinarse a evitar esa tenebros,a aparición incontrolada, etcétera.
Cualquier cosa antes de definiciones estéticas oficiales, que alargan la sombra de las facultades administrativas más allá del justificado control higiénico-sanitario de estas instalaciones.
Por último, resulta curioso comprobar la aplicación que desde la. propia Administración se empieza a hacer de la Ley 12/1986, de 1 de abril, sobre la regulación de las atribuciones profesionales de los arquitectos e ingenieros técnicos, puesto que no se les permite firmar los proyectos a concurso.
Unificar continúa siendo uniformar y ningún terreno mejor abonado que el de la estética.-