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El Tribunal de Cuentas denuncia errores e irregularidades en el Banco Hipotecario

La fiscalización realizada por el Tribunal de Cuentas sobre el Banco Hipotecario ha puesto de manifiesto numerosas deficiencias en el funcionamiento de esta entidad y en su proceso de fusión con el Banco de Crédito a la Construcción. La fiscalización del Tribunal de Cuentas fue enviada a las Cortes el pasado 26 de junio y abarca el período comprendido entre 1979 y 1984.

El informe, realizado por el consejero, Ubaldo Nieto, llega a 36 conclusiones, y en su elaboración, incluida la auditoría previa, se ha tardado año y medio. En la primera conclusión se dice que "la información contable (del Banco Hipotecario) es compleja, falta de claridad, de difícil interpretación y de dudosa utilidad para la gestión". "A partir de la fusión con el Banco de Crédito a la Construcción", añade, "se mantienen dos contabilidades diferentes y un balance integrado".En cuanto a los préstamos concedidos por el banco en la línea turística, el Tribunal de Cuentas afirma que en muchos casos se han hecho con informes económico-financieros desfavorables y a proyectos poco viables, que, previsiblemente, no tendrán una terminación normal. En la línea de préstamos a viviendas de protección oficial, el tribunal afirma que en muchos casos se han destinado a construcción de apartamentos o chalés en zonas turísticas o a viviendas en urbanizaciones de lujo.

La fusión del Banco Hipotecario con el de Crédito a la Construcción se llevó a cabo, según el Tribunal de Cuentas, "sin una adecuada preparación previa, dando lugar a numerosos problemas tanto de funcionamiento de los diferentes servicios como de integración del personal".

Deudas de cobro dudoso

El informe refleja que en los ejercicios 1983 y 1984 no coinciden las cifras de concesiones de las líneas de crédito que figuran en la memoria con las de los listados de concesiones de créditos. La gestión de cobro de morosos, según el informe, es deficiente, y existen intereses de demora periodificados en 1984 por importe de 1.412 millones de pesetas, que corresponden a deudas vencidas con anterioridad a 1980 y que, por tanto, podrían considerarse como de dudoso cobro.En el ejercicio 1984, continúa la fiscalización, se ha producido una captación de recursos financieros, a través de la emisión de cédulas y participaciones hipotecarias, que se ha mostrado innecesaria, al originar un exceso de tesorería que, a 31 de diciembre de 1984, era de 18.500 millones de pesetas.

El volumen de errores pendientes de corrección que se deduce de la documentación es el siguiente: Ejercicio 1983: deudores, 34.056 millones de pesetas; acreedores, 33.603; saldo deudor, 453 millones. Ejercicio 1984: deudores, 175.213 millones, acreedores, 82.427 millones de pesetas; saldo deudor, 92.786 millones.

El actual presidente del Banco Hipotecario, Julio Rodríguez, declaró ayer que las deficiencias a que se refiere el Tribunal de Cuentas arrancan de "una decisión política sin preparar como fue la de fusionar el Banco Hipotecario y el de Crédito a la Construcción".

Con respecto a la cuenta de morosos, el presidente afirmó que la situación se ha corregido, y que en 1985 se han recuperado más de 20.000 millones de pesetas por devolución de créditos atrasados. También afirmó que "quienes suscriban cédulas del Hipotecario pueden tener la seguridad de que un banco que el pasado año dio unos beneficios de 2.800 millones de pesetas y que ya ha resuelto los problemas de administración hará frente totalmente a sus compromisos de pago".

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