Paco Trinidad
Un 'ejecutivo agresivo' desde los 17 años
Paco Trinidad nació en Alange, un pueblo de Badajoz, hace 24 años. El hecho de ser tan joven no ha impedido que ahora sea uno de los pocos productores de sonido profesionales que existen en España. Hijo de un empresario de la construcción, lleva más de siete años en el mundo de la música pop, donde comenzó con uno de los primeros grupos de la nueva ola, Ejecutivos Agresivos. En este momento los éxitos de los grupos que produce lo han convertido en "un personaje bastante cotizado" en el mundo del disco.
Paco Trinidad entró por primera vez en un estudio de grabación cuando formaba parte del grupo Ejecutivos Agresivos, unos chicos muy jóvenes ("yo tenía 17 años") que se hicieron famosos en el verano de 1980 con la canción Mari Pili. De este tronco común partieron después otras formaciones tan significativas en la música actual como Gabinete Caligari, Desperados y Derribos Arias. Fue entonces cuando decidió intervenir directamente en el control del sonido: "Discutía todo el rato con el productor de nuestro segundo sencillo", indica, "y al final me pasaba más tiempo junto a la mesa de mezclas que dentro del estudio tocando el bajo, que era lo mío". Ahora se encarga de que grupos tan populares como Hombres G, Os Resentidos, Siniestro Total o Esclarecidos (del que también es miembro en calidad de bajista) suenen de forma que a la gente les guste escucharlos. Se ha convertido en un "productor de moda".Según Trinidad, en su profesión es necesario hacer uso de la autoridad "para unificar el sonido de un grupo integrado por varias personas, que forzosamente tienen criterios diferentes". Una vez que los músicos y cantantes entran en el estudio para iniciar una sesión "no podemos permitirnos el lujo de discutir entre todos cada paso que damos, porque cada minuto nos cuesta 150 pesetas".
El productor se encarga de concretar la idea que los artistas "suelen traer al estudio un poco en el aire". Una vez que Paco Trinidad tiene claro lo que quiere obtener con el nuevo disco es difícil convencerlo para alterar algún punto que él cree clave para el resultado final que ya tiene en la cabeza. Algunos de los músicos con los que trabaja "piensan que soy muy rígido con mis criterios, pero si las nuevas ideas son buenas, cedo con gusto". Sin embargo, admite: "Trato de imponerme, porque ya tengo experiencia de discusiones estériles que sólo sirven para que perdamos el tiempo y el disco suene peor". "La verdad es que yo no sé mandar", continúa; "lo de ser productor es dejar actuar a mi alter ego".
Paco Trinidad es un hombre ocupado. Un día cualquiera comienza para él a las nueve de la mañana con la grabación de la maqueta de un nuevo grupo promesa para alguna compañía "de las grandes". A la hora de comer se toma una hamburguesa en el trayecto entre unos estudios y otros, donde le esperan los "sanos muchachos de Duncan Dhu", que en estos momentos están preparando su nuevo disco bajo la tutela de una compañía independiente. Al final de la jornada, cuando ya hace planes para tomarse "una cervecita fresca en el bar de la esquina", llega David Summers, el cantante de Hombres G, "para meter los coros de las caras B de unos singles, entre gala y gala". Cuando por fin sale del estudio son ya las diez de la noche, y aún no ha "comido nada decente". En vez de hacerlo, piefiere ir a ver un concierto de un grupo pop inglés : "Es que lo mío con la música es una fijación".
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