Alcaldables

Después de las generales, que esta vez han sido especial e inútilmente cruentas, de palabra, ahora vienen las municipales, que, como tiene tino escrito, son la bayoneta calada de la democracia. Alcaldables para Madrid: Fraga, Tamames, Morodo, Suárez y algún otro, a más, naturalmente, del actual Juan Barranco. Es decir, el todo/terreno de la derecha, el todia/terreno de la izquierda, dos centristas a su manera y el derechohabiente de Tierno. Uno piensa que Fraga aplicaría a Madrid, a la política municipal, el mismo sistema "fuerte" que sueña para la política nacional. Si los madrileños no quieren a Fraga "de lejos", en la Moncloa, es improbable que lo quieran "de cerca", en la Casa de la Villa. Pero antes de nada habría que explicar esta afluencia de primeras figuras a un puesto políticamente secundario. No se debe a otra cosa, claro, que al espejismo/Tierno. Fue Tierno quien elevó enormemente de rango la cónsistoría de Madrid, pero el espejismo/Tierno opera a la inversa sobre los políticos: piensan (o ni siquiera lo piensan, sino que lo sienten) que la al caldía otorga mecánicamente el carisma que tuvo Tierno. La verdad es que no hay cargos menores, como en literatura no hay géneros menores, sino que es el hombre quien hace mayor o menor el cargo, el género. Ramón Tamames es el mayor y más eficaz gestor que puede hoy presentar la izquierda para gestionar una empresa tan enlaberintada, como es Madrid y su vida diaria. Raúl Morodo podría poner en el cargo la ductilidad política y humana que ha puesto siempre en todo, la dimensión continuadamente europea de su vocación personal. De Adolfo Suárez no se sabe nada. Martín Villa acaba de decir que Suárez ha hecho una campaña electoral "falangista". El diagnóstico sería más exacto si no viniese de otro ex/falangista.La popularidad (si de lo que se trata es de repetir a Tierno) iría en este orden: Suárez, Tamames, Fraga, Morodo. La eficacia, en este otro: Tamames/ Morodo (tanto monta), Suárez, Fraga. Y la modernidad, eso que ahora tanto preocupa: Tamames, Morodo, Suárez, Fraga. (Barranco queda injustamente ensombrecido como segundón de Tierno). Y el mejor alcalde, el Rey, claro. Pero el Rey no se va a presentar.