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Encierro en protesta por la supresión de la parroquia de Santo Tomás de Aquino

Alrededor de 50 integrantes de la comunidad parroquial de Santo Tomás de Aquino se encerraron el pasado lunes para protestar por el decreto del Arzobispado de Madrid que ordena el cierre de esta parroquia, situada en la Ciudad Universitaria. Según fuentes de esta comunidad, el arzobispado ha aprovechado la época de vacaciones y la reclamación del Ministerio de Cultura de los locales en que está asentada -los bajos del Museo de América, propiedad del ministerio- para terminar, sin diálogo previo, con una "experiencia de cristianismo comunitario, dentro de las coordenadas universitarias, que no se ajusta al esquema jerárquico tradicional".Los integrantes de la comunidad afectada han elaborado un comunicado de denuncia del decreto de supresión de la parroquia que, según ellos, "niega los derechos humanos dentro de la Iglesia". Un manifiesto firmado por intelectuales y teólogos apoya la protesta, señalando "la positiva labor de la parroquia de Santo Tomás de Aquino para crear una comunidad cristiana abierta y sensible a la sociedad". El primer firmante es José Luis Aranguren.

Un representante de los encerrados ha afirmado que piensan continuar con esta protesta hasta que se reconsidere la supresión y se den muestras de diálogo por parte del arzobispado. "En cualquier caso", añade, "seguiremos con nuestra labor, sea dentro de la jerarquía eclesiástica -más incómodo, pero es nuestro deber-, sea fuera de ella".

Fuentes del Arzobispado de Madrid-Alcalá informaron que la decisión ya fue tomada por el Consejo Episcopal en 1983, cuando el cardenal Tarancón aún era arzobispo de Madrid, y que estos tres años han servido para afianzar la postura adoptadá, que fue refrendada el pasado 16 de junio por el consejo presbiterial. "Ia parroquia como tal ha perdido su sentido", manifestaron estas fuentes. "Es más una comunidad religiosa que una parroquia. No hay nada contra la comunidad, pero la parroquia tiene que desaparecer, pues Cultura nos exige los locales".

El decreto de supresión de la parroquia, creada en 1965, recuerda que se preveía tener 10.000 parroquianos, frente a los 2.000 actuales, que acuden en una gran parte a otras iglesias cercanas.

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