Andreotti recibe el encargo de formar Gobierno en Italia
El presidente de la República Italiana, el democristiano Francesco Cossiga, encargó ayer la tarea de formar Gobierno al actual ministro de Asuntos Exteriores, Giulio Andreotti, también democristiano. Según la fórmula ritual, Andreotti se ha reservado el derecho de aceptar la tarea. Por el momento, mantendrá conversaciones con los dirigentes de los otros partidos para sondear la situación, y sólo después decidirá si acepta o no el encargo presidencial.Que su papel no es fácil lo confirmó ayer el propio Andreotti al salir del despacho del jefe del Estado, cuando dijo que dicho encargo se ha debido a su antigüedad dentro del Gobierno y del Parlamento, cosa que podría ayudarle a resolver una crisis "que se presenta difícil", dijo.
En realidad, el verdadero nudo de la cuestión está en el duelo entre el ex presidente del Consejo, el socialista Bettino Craxi, y el líder democristiano, Ciriaco de Mita. Éste, tras el triunfo obtenido en el reciente congreso de su partido, ha decidido reivindicar para la Democracia Cristiana la jefatura del Gobierno, que desde hace tres años está en manos de un socialista. La partida, indican fuentes democristianas y socialistas, está aún por jugar. Por el momento, el campo lo domina De Mita, que ha conseguido que el encargo haya sido dado a un democristiano de prestigio como el divino Andreotti. Pero ahora habrá que ver si los socialistas otorgan su confianza a un hombre que no se distingue por su filosocialismo y que más bien ha sido siempre propenso a un diálogo con el Partido Comunista Italiano.
Los dos candidatos presentados al jefe del Estado por De Mita eran Andreotti y el actual vicepresidente del Gobierno, Arnaldo Forlani, éste sí claramente filosocialista. Pero, curiosamente, Craxi vetó a Forlani. De ahí el encargo hecho a Andreotti.
La impresión existente es que Bettino Craxi difícilmente hubiese podido rechazar la candidatura de Forlani y que, por ahora, quiere darse un amplio margen de maniobra para poder bloquear, en caso necesario, una candidatura democristiana. Como no parecen existir posibilidades de realizar una combinación gubernamental ajena al actual pentapartido, lo que exige el concurso socialista, la única alternativa existente es la celebración de elecciones anticipadas.
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