La indecisión es lo único que no ha tocado fondo

Las realizaciones de beneficios han vuelto a hacer acto de presencia en los mercados de valores, pero con la diferencia de que esta vez sí que han conseguido variar la trayectoria de las cotizaciones. El ambiente al cierre de la sesión anterior no permitía predecir comportamiento alguno y, como casi siempre, estas fases de indecisión terminan por provocar la salida de papel, máxime cuando hay acumuladas algunas plusvalías. Los primeros corros mostraron ya la indecisión de compradores y vendedores, pues todos esperaban ver el comportamiento del contrario para actuar. Tras unos primeros momentos en los que la actividad fue casi nula, el papel fue saliendo a escena y orientó los precios a la baja. Sólo hay un dato a tener en cuenta de lo sucedido en esta sesión, y es que el nivel de absorción fue bastante bueno. Una de las escasas justificaciones de esta situación de las bolsas aludía al mantenimiento al alza de los tipos de interés en el mercado interbancario, aunque, curiosamente, ayer registraron un retroceso de 16 centésimas en las operaciones a un día y de 18 para las de tres meses. Sin embargo, el nivel de los tipos de interés de este mercado es muy alto y resulta una alternativa para cierto tipo de inversionistas.El verdadero problema de los mercados está en la confianza en las posibilidades alcistas, ya que estas rápidas realizaciones responden a una visión muy a corto plazo en la inversión y tienen como primera consecuencia el frenar la entrada de dinero. No obstante, los volúmenes de contratación van ascendiendo poco a poco, habiéndose alcanzado en la sesión del martes los 5.000 millones de pesetas efectivas, precisamente por el fuerte incremento de operaciones entre los valores eléctricos, que casi llegaron a los 2.000 millones de pesetas.

Este sector fue el que hubo de capear el temporal de indecisiones, pues el resto de los grupos ya se encontró con una serie de posiciones definidas. Aun así, los precios no sufrieron demasiado, excepto en el caso de Iberduero, que perdió 4,5 enteros. Los demás valores se limitaron a recortar poco más de dos enteros por término medio. Telefónica también retrocedió, y el ambiente más desigual se dio en el sector bancario, en el que, a pesar del predominio comprador, se registraron algunos retrocesos importantes. Algo menos de 14.000 títulos a la venta produjeron bajas entre 9 y 28 enteros, al tiempo que el Vizcaya, con un resto comprador de 32.000 títulos, cedía 25 enteros. Los demás componentes del grupo de los siete grandes ganaron entre 6 y 11 enteros o repitieron su cotización. El total contratado ascendió en 75.000 títulos, lo que permite suponer que el volumen global de la sesión continuará subiendo o, cuando menos, se mantendrá en tomo a esos 5.000 millones de pesetas efectivas.

Como siempre, el ambiente en los grupos industriales fue menos unánime, dada la composición de los mismos. La evolución de las cotizaciones fue, en general, negativa, si bien hubo unos cuantos valores que consiguieron imponer su propia tendencia a la tónica dominante en el mercado. Al final, los índices generales de los cuatro mercados registraron retrocesos que variaron entre el 1,20 de Madrid y los 2,67 de Barcelona.