El PNV de Bilbao denuncia ante los tribunales del partido a 20 destacados miembros del sector crítico

La junta municipal del PNV en Abando, que agrupa a los afiliados del centro de Bilbao, ha denunciado a 20 cualificados militantes ante el tribunal regional del partido para que éste estudie su posible expulsión. La junta les acusa de asistir el día 3 de junio a una conferencia de prensa de "expulsados y autoexcluídos de la organización regional navarra", por lo que considera que han dado "un testimonio público notoriamente lesivo a la imagen del PNV". La junta de Abando arirma en su denuncia que "no dio a ninguno de los afiliados orden ni recomendación de asistir a la conferencia de prensa", y considera que con su actitud "apoyaron y consintieron las palabras de los expulsados y autoexcluidos".

La dirección del PNV en Abando señala que la conferencia de prensa no era un mero acto electoral de un partido adversario, sino que "su objetivo era exclusivamente pedir la abstención o el voto nulo al PNV", lo que, a su juicio, costó al partido su cuarto diputado en Vizcaya.En las pasadas elecciones, el PNV perdió en ese distrito electoral la mayoría de votos en 16 mesas electorales donde Coalición Popular resultó vencedora. En el expediente abierto a los 20 miembros de uno de los batzokis (sedes locales del partido) históricos de Vizcaya, la junta les acusa también de no haber colaborado con la campaña electoral regionalista. Entre los miembros que pueden ser expulsados del PNV si el tribunal lo considera oportuno se encuentran algunos de los dirigentes históricos del nacionalismo en Vizcaya. Luis Arregui, último superviviente de la dirección del PNV durante la guerra civil; Juan Manuel Epalza, consejero de Interior del Consejo General Vasco desde 1980 a 1982; Julia Berrojalbiz, una de las iniciadoras de la creación de ¡kastolas en Vizcaya, y Josune Cearra, esposa del histórico dirigente nacionalista Sabin Zubiri, están incluidos en la lista remitida al tribunal.

La reacción de los expedientados ante la noticia oscilaba ayer entre la perplejidad y la calma. Juan Manuel Epalza, que pertenece al Partido Nacionalista Vasco desde 1931, reconoció haber acudido a la conferencia de prensa "para escuchar lo que decían los expulsados en Navarra". Epalza, que es sobrino del difunto dirigente nacionalista navarro Manuel de Irujo, mostró su sorpresa ante la noticia, que dijo desconocer, y afirmó que no sabía que existiera alguna prohibición para acudir a la conferencia de prensa.

Contra las acusaciones

Epalza recordó que él es cofundador de la sección de mecánica electoral del partido en Vizcaya, en la que ha trabajado en la última campaña. Por eso, no aceptaba la acusación de no haber colaborado con el PNV en las últimas elecciones, mientras manifestaba su intención de confirmar la existencia de la denuncia y de "preguntar a los miembros de la junta si se han vuelto locos". Tanto Epalza como otros afiliados incluidos en la denuncia manifestaron su voluntad de cumplir los cauces legales del partido para defenderse.

Miembros del sector crítico del PNV no tenían conocimiento ayer de la apertura de otros expedientes, aunque informaban de la exigencia de explicaciones en algunos batzokis a aquellos miembros del partido a los que se imputaba no haber votado al PNV en las últimas elecciones. Precisamente ayer, miembros del partido iniciaron el estudio de los votos nulos en Vizcaya, tras haber obtenido el permiso de la junta electoral provincial. El objeto del análisis, según miembros de la dirección nacionalista, es el de conocer el alcance final de la campaña que realizaron los miembros expulsados del partido en Navarra propiciando la abstención y el voto nulo.

La misma junta municipal de Abando se pronunció ayer sobre la crisis que viene sufriendo el partido, en vísperas de la Asamblea Nacional que ha de estudiarla como tema monográfico el próximo sábado. La junta manifiesta su apoyo a Xabier Arzalluz y a la dirección del PNV.

Tanto la junta de Abando como el diputado nacionalista Jon Gangoiti condenaron ayer las declaraciones de Carlos Garaikoetxea en las que restaba legitimidad a la Asamblea Nacional del PNV.

La crisis nacionalista entra esta semana en su fase decisiva, a la espera de la Asamblea Nacional. La comisión de 12 personas nombrada por la dirección del PNV para elaborar un documento base de discusión de la asamblea ha terminado su trabajo.

La ejecutiva regional de Guipúzcoa del partido, formada en su mayoría por miembros del sector crítico, hizo pública ayer una declaración en la que ponía en entredicho la "representatividad real de la Asamblea Nacional", por la disolución previa de la organización en Navarra.

Elecciones anticipadas

Por su parte, el lendakari del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, reiteró ayer en Vitoria que la voluntad de su Gabinete es concluir la legislatura en 1988, pero que el Ejecutivo no se mantendrá a cualquier precio, según informa "No puedo ser iluso", añadió y no cerró la puerta a la posibilidad de convocar elecciones anticipadas si-se producen "causas ajenas a nuestra voluntad'.

Ardanza no quiso pronunciarse sobre si de la decisión de la Asamblea Nacional del PNV saldrán las líneas básicas de la futura actuación de su Gabinete, y se mostró favorable a un acuerdo entre los nacionalistas. "¿Pero aún hay tiempo?", se preguntó Ardanza. "Porque las cosas han ido demasiado lejos", concluyó. En declaraciones posteriores en TVE dijo que prefería guardar silencio hasta después de que el sábado dia 12 se reúna la Asamblea Nacional del partido.