España abre el Mundial preocupada por el buen momento de Francia
LUIS GÓMEZ, España abre hoy ante Francia (seis de la tarde, TVE-1) el Mundial de baloncesto. Y lo hace preocupada por las recientes noticias sobre el inesperado buen momento del equipo galo. La jornada de apertura estará adornada previamente,con una ceremonia de inauguración. Brasil-Corea y Panamá-Grecia son los otros dos encuentros del grupo A, que tiene su sede en Zaragoza. La organización quiso desde el primer momento prologar la inauguración con un espectáculo operístico que, tras muchas gestiones, estará protagonizado por el tenor lírico Alfredo Kraus.
España jugará. en este grupo cinco partidos en seis días ante Francia, Corea, Grecia, Panamá y Brasil. Sólo descansará en lajornada del martes día 8. Sus rivales no son extraordinariamente difíciles y presentan, casi como si hubieran sido elegidos ex profeso, una cualidad común, por otra parte ventajosa: no, cuentan con un estimable poder reboteador ni con una elevada estatura media. Ninguna de las seis selecciones dispone de más de un pívot de gran altura, de los que rozan o sobrepasan los 2,10. En todos los casos, además, ese jugador no es el mejor del equipo. Francia es la que trae más jugadores, seis, que sobrepasen los dos metros, mientras Corea del Sur, a pesar del voluntarismo de su técnico Kin In Kun, se atreve a disputar un torneo con sólo un jugador alto.La organización dispuso hace meses que los cabezas de serie, en este caso España, fueran encontrándose con los rivales escalonadamente, de peor a mejor. Sin embargo, en Zaragoza, el proceso se ha frustrado con la inclusión del equipo francés. Francia fue eliminada en los torneos de calificación por Grecia de una forma contundente, :incontestable, así que su presencia en el Mundial se debe a una carta de invitación formulada por el Comité organizador español, que se reservó la posibilidad de cuadrar las 24 selecciones con dos invitadas. Francia, finalmente, parece haber resurgido en las últimas preparación mas semanas, con de su nuevo técnico, Jean Galle.
Francia ha hecho resultados interesantes en los torneos de San Sebastián y Lyón, con una derrota por estrecho margen ante la URSS y una sorprendente victoria ante Estados Unidos. Sin embargo, no dispone de ningún jugador nuevo en el mercado europeo, sino que todo parece radicar en que el equipo galo ha adoptado una reciente disciplina defensiva. Francia, a pesar del crecimiento de su baloncesto en estos últimos años, pasaba siempre por ser un equipo moralmente débil y con harta tendencia a la indisciplina táctica. Era un equipo cíclico, que alternaba momentos de infalibilidad con otros de suicidio colectivo. Pero ahora parece que, a fuerza de aplicarse en defensa, han adquirido disciplina, y el tono del equipo ha cambiado sustancialmente.
Francia, a pesar de lo que piensen sus técnicos, nunca ha tenido un buen base. No será en España la excepción. Sus mejores hombres en los partidos previos han sido el alero Dubuisson (1,95) y el pívot Ostrowsky (2,05). Precisamente por ello, no debería dar cauce a la preocupación. Dubuisson ha disfrutado durante tiempo de la comparación con Epi y ha terminado por caer en el más absoluto de los desprestigios. Tiene un gran salto, pero su presunta efectividad en el tiro se derrite en cuanto tiene un defensor con ganas delante. Ostrowsky, por su parte, es un pívot rápido y luchador, pero su falta de envergadura le resta muchas posibilidades.
El resto de jugadores ofrece un variado repertorio, en el que entran varios hombres de color que parecen más peligrosos por esta cuestión racial que por su auténtica calidad técnica. Tal es ese el caso de Dacoury, un alero de gran salto y grandes cualidades físicas, pero que termina siendo más espectacular que efectivo. De todas formas, Francia parece haber adquirido cierta potencia reboteadora con la inclusión de Vestris (2,14), un pívot joven que parece ir cogiendo fuerza y la veteranía. El técnico, Jean Galle, ha introducido variantes defensivas radicales en el esquema del equipo. Por lo que dicen los espías que ha colocado Díaz Miguel, Francia defiende al hombre y practica sistemas de presión en todo campo, que le han permitido remontar situaciones con marcador adverso. El España-Francia se presenta, pues, como un choque de escuelas defensivas.
